Los turoperadores españoles de circuitos vienen revelando a Preferente que estos meses están padeciendo un trasvase de su tradicional clientela hacia el auge que registran recientemente el producto de cruceros.
La venta anticipada para las mayoristas nacionales está funcionando a un ritmo más lento del esperado, en contraste al aluvión de reservas del que vienen disfrutando las principales navieras que pugnan por su mismo mercado.
Las travesías marítimas se están ofertando a precios más atractivos, entre un aumento de la cantidad de nuevos buques y a una política de comisiones a agentes más agresivas de la que está al alcance de la turoperación.
Las mayoristas han sufrido en estos tiempos un alza de costes mayor debido a que el transporte terrestre ha incrementado sus tarifas, en contraste a las economías de escala de los gigantes de los cruceros y a que sus excursiones en autobús son de menos distancia.
El producto de los cruceros es considerado por bastantes en el sector como el de menor aportación a los residentes solo tras el alquiler vacacional, ya que apenas genera empleo local ni igualmente contribuye fiscalmente, mientras transmite saturaciones puntuales y contaminación, con un notable desequilibrio en sus flujos sin la ordenación del modelo clásico de visitas guiadas.
Dejar entrever que los autobuseros son los culpables del alta de precios es desproporcionado. De todos los servicios de un circuito, el transporte es todavía lo más económico. Los hoteles han subido mucho más que el transporte al igual que la restauración.
Idiomas querida, idiomas, como dijo la gran Aramis Fuster