En 2019, según los datos oficiales, Málaga tenía unos 22 mil turistas que habían acudido a estudiar castellano; en el 2022 llegó a los 18 mil, lo que supone una fuerte recuperación del mercado, según publica Sur.
Este fin de semana, un congreso de profesores de castellano tuvo lugar en la ciudad, reforzando el compromiso con esta actividad. "Es una oportunidad única para posicionar Málaga como epicentro del turismo lingüístico y también mostrar la ciudad desde otra perspectiva", dijo en el evento la delegada de Turismo de la Junta de Andalucía, Gemma del Corral.
Málaga cuenta con las escuelas de idiomas más antiguas de España, como la Internacional Cervantes (no confundir con el Instituto estatal), que lleva 36 años y ha impartido clases a unos 45 mil estudiantes, fundamentalmente italianos y alemanes.
España no ha desarrollado este negocio con la intensidad con la que lo han hecho otros países, pese a que el castellano, sobre todo por su vertiente latinoamericana, es un idioma de utilidad comercial importante.
Aunque tanto Francia como Alemania e Italia también tienen su negocio, la estrella europea es Gran Bretaña, con algunas ciudades prácticamente entregadas a esta actividad. También Irlanda y hasta Malta han desarrollado este negocio, más fácil en el caso del inglés, debido a su alta demanda como segunda lengua.
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