Meliá Hotels International, AC Hotels e Iberojet quieren que los hijos del fallecido Gonzalo Pascual vuelvan a ser imputados por el vaciamiento de Marsans al considerar que se beneficiaron de la venta “ficticia” que su padre y Gerardo Díaz Ferrán hicieron a Ángel de Cabo y participaron en el proceso de ocultación de bienes.
Por todo ello, las compañías han recurrido la desimputación de los cuatro vástagos de Pascual ante el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, quien acordó “el sobreseimiento y archivo provisional de la causa respecto de los imputados” por no encontrar motivos suficientes que “justifiquen” que habían cobrado de De Cabo por la enajenación de Marsans.
Según publica El Economista, la acusación sostiene que Pascual y su mujer suscribieron una donación a favor de sus hijos del 100% de las acciones de las sociedades Fisolte, Fincas y Cinegética y Valquinava. Al poco tiempo, los herederos del empresario transmitieron dichas participaciones a Kairo Center, una empresa controlada “por la organización criminal del imputado Ángel de Cabo”.
Los abogados de Meliá, AC e Iberojet mantienen que la finalidad de la donación era “eludir que los bienes se pudieran trabar en los procesos de ejecución presentados o que se iban a presentar en reclamación de deudas millonarias”. Prueba de que la donación no fue tal es que el matrimonio Pascual de la Riva se reservó la facultad de disponer del 95 por ciento de los activos en teoría donados.
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