El 17 de mayo ha sido la fecha establecida por Reino Unido para la reanudación del turismo internacional (Reino Unido permitirá viajar al extranjero a partir del 17 de mayo como muy pronto). El gobierno de Boris Johnson, muy criticado a lo largo de la pandemia por sus bandazos en materia de restricciones a la movilidad (con el cierre de destinos de la noche a la mañana), aporta a su potente industria emisora la certidumbre que llevaban meses demandando.
Con cerca de 18 millones de personas ya vacunadas, el país inicia la cuenta atrás para el ansiado relanzamiento de los viajes internacionales, lo que será crucial para el destino España, que cada año recibe una media de 18 millones de británicos (Reino Unido apunta a un verano turístico casi normal).
La reacción al esperanzador mensaje de Johnson no se ha hecho esperar. El gran lobby de agencias de Reino Unido (ABTA) aplaude "que el gobierno haya respondido a nuestras llamadas para comprometerse con la industria en el diseño de una hoja de ruta específica para los viajes" (La bolsa premia al turismo tras las buenas noticias de Johnson).
En palabras de su director ejecutivo, Mark Tanzer, "el anuncio del primer ministro abre la puerta a que la gente pueda viajar antes del verano, lo que no solo será crucial para unas empresas de viajes cuyos ingresos se han agotado, sino también para los millones de personas que están desesperadas por viajar de nuevo, ya sea para ver amigos y familiares en el extranjero o para unas vacaciones muy necesarias".
Pese al optimismo que ha generado la noticia, ABTA insiste en la importancia de que el Ejecutivo brinde apoyo económico personalizado a agencias de viajes y turoperadores. "Necesitan que la asistencia financiera llegue durante las próximas semanas", advierte Tanzer, que reclama subvenciones directas a las empresas afectadas por las restricciones de viajes internacionales y "la extensión de otras medidas de apoyo, como un alivio en materia de impuestos".
En una carta previa enviada a Boris Johnson, ABTA y otras organizaciones empresariales pusieron de manifiesto que la crisis del Covid-19 ya ha provocado la destrucción de "alrededor de 160.000 puestos de trabajo" vinculados al turismo, además del "cierre definitivo de muchas empresas" como consecuencia del desplome de la producción cercano al 90%.
Me da que quienes están locos son otros por hacer caja. Ya me entienden
Esto se acaba señores, este verano a currar todo el mundo.
Desesperado estoy yo, que ganas tengo de verlos a todos por aquí.
Que no sea a España..
Que viajen por su país, que de momento no pueden viajar, y hasta mayo tampoco. Hay muchas cosas que pueden descubrir en si isla y en particular todos aquellos que pierden las formas cuando viajan al continente o aotros lugares por todo el mundo y más si hay alcohol de por medio.
Ya están los vendehumos vaticinando lo que va a pasar dentro de 2 meses y medio. Ojalá sea verdad y podamos tener un verano turístico mucho mejor que el año pasado. Pero señores, no nos vendan la moto de que será apoteósico. En primer lugar, las economías europeas están exhaustas. Por tanto, el turista posiblemente viaje a destinos más económicos. Ello implica bajada de precios y, por tanto, menor márgen de beneficio. En segundo lugar, los países emisores promocionarán el turismo interior al máximo para poder recuperar algo su economía. En tercer lugar, en tiempos tan revueltos donde es muy difícil hacer una previsión a largo plazo (sobretodo en este sector), me parece temerario poner fechas concretas de aperturas ya que depende no solo de la vacunación de los países emisores, sinó también de los receptores (y ahí es donde tenemos el problema). Así que hay que ser optimistas. ¿Tendremos verano turístico? Sí, mejor que el año pasado pero ni por asomo volveremos a ver algo parecido al 2019. Ese tiempo ya pasó. Y todo lo demás es vender humo.