José (Pepe) Linares fue uno de los cerebros de lo que con el tiempo sería el Grupo Iberostar. Toda su vida profesional la pasó al lado de su fundador, Lorenzo Fluxá, primero, y de su hijo Miguel, después. Estuvo al cargo de la división de viajes hasta su jubilación. Con el ilustrado y sutil Jaime Cortés formaron un dúo vicepresidencial impagable para el empresario turístico más carismático del país.
Linares, una leyenda en el mundo de las agencias españolas, siguió yendo durante años a la sede central del grupo hasta que le sobrevino una terrible y duradera enfermedad. Paradójicamente, a su colega Cortés le sucedió lo mismo. El destino es así de maldito, o jodido, con perdón (o sin el). Fluxá, un visionario en el trato humano, fue más que un jefe para él: su gran amigo, con el que recorrió medio mundo para potenciar el negocio emisor.
Del grupo, era sin duda el más jovial. Su hombría de bien, su integridad, le llevaba a trabajar con Fluxá y a ser amigo íntimo a la vez del presidente de la cadena más importante el país, Gabriel Escarrer. Los dos grandes lo quisieron siempre como un hermano. Con Miguel Fluxá, jefe y amigo, viajaba por cuestiones de negocios, y con Gabriel Escarrer, íntimo sin jefatura, por placer. Con este no se perdía un partido del Mallorca.
Entró en Viajes Iberia en el Borne palmesano siendo un crío y salió de vicepresidente en la calle Menorca después de que la división de viaje se convirtiera en la más fuerte de España. Asistió como brazo derecho del líder a la conformación de un entramado de potentes empresas (Iberojet, Iberoservice, etc), que tuvieron tremendo éxito y que acabaron en manos de un fondo que no supo llevarlas a buen puerto por desconocimiento y prepotencia.
Linares forma parte de la historia del sector turístico español. Nos dejó en la tierra hace unos días. Alguien con autoridad en esta industria tendría que recordarlo como se merece. Los dos cimientos del Grupo Iberostar se habrán encontrado arriba en el cielo, como creyentes que eran. Cortés lo habrá recibido con su característico sarcasmo. ¿Como tu por aquí, Pepet?. Días de pasión para el positivo Fluxá.
Una gran persona y un enorme profesional. Siempre atento y dispuesto a dar buenos consejos a las nuevas generaciones. Una autentico grande del sector. Gracias por todo Pepe.