White Desert, un pequeño turoperador, propiedad de Patrick Woodhead, con base en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, acaba de anunciar una ruta de viaje para los turistas más lanzados: la Antártida. Desde noviembre de este año, verano del sur, la compañía llevará turistas a lo que podríamos considerar directamente el polo Sur o, al menos, lo más cercano que haya existido nunca.
El viaje con alojamiento de una semana costará 68.500 dólares y 15.950 por la ida y regreso a la jornada siguiente.
“Si el turismo se hace responsablemente y en pequeñas cantidades, apenas deja huella y dejará un efecto beneficios”, dice el promotor. Explica que usará energía solar, combustibles sostenibles y generará su propio hidrógeno en la Antártida. Aunque los vuelos serán con el Airbus A340 de Hi Fly que, por supuesto, opera únicamente con combustibles tradicionales.
El avión, que tiene ya 26 años de antigüedad, aterrizó por primera vez en la Antártida en noviembre de 2021. Desde entonces, White Desert y Hi Fly han venido manteniendo la colaboración y esta es la tercera temporada, experimentales. Se operan actualmente unos 15 vuelos de ida y vuelta. La ruta necesita de cinco horas en cada sentido para recorrer 22.620 millas.
La pista de aterrizaje está a 3.000 metros de altura, en hielo sólido. La compañía ha venido transportando 220 turistas por temporada y además ofrece servicios a las bases de investigación que varios países tienen en el continente. Nunca van más de 70 pasajeros en cada vuelo. Los viajeros en tierra (o en hielo) se alojan en unas cabinas de lujo que permiten estar 12 personas en cada una.
Recientemente Norse voló un 787, pero no comercialmente (Lo nunca visto: un Boeing 787 aterriza por primera vez en la Antártida).
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