Hay muy poco movimiento de viajeros en el largo radio como para, encima, sumarle la imprevisibilidad de las normas constantemente cambiantes. Ahora, los pocos viajes que existen, fundamentalmente entre Europa y Nueva York con motivo de las navidades, se enfrentan a otra gran duda: El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció el pasado 6 de diciembre, que será requisito que los niños de entre 5 y 12 años tengan prueba de vacunación. La exigencia entra en vigor este 14 de diciembre, aunque será desde el 27 cuando sea obligatoria la presentación del documento.
¿Qué ocurre con los turistas que viajan con familia que tienen menores?
En muchas ciudades europeas, nadie sabe qué ocurrirá con esta obligación impuesta por Di Blasio. ¿Los visitantes también han de cumplirla? Porque en Europa, la vacunación de los niños es muy irregular y en algunos casos simplemente no se ha llevado a cabo.
"La ciudad de Nueva York no ha anunciado ninguna modalidad alternativa para los hijos de viajeros procedentes de países donde aún no es posible la vacunación de los niños de 5 a 11 años", afirma el Consulado de Francia en Nueva York, lo que en la práctica sume los viajes en un mar de dudas. En España, no se ha iniciado la vacunación de menores de doce años, por lo que la situación es la misma.
Así, los viajeros con niños no podrán entrar a una lista interminable de lugares, entre los que están los restaurantes, bares, discotecas, cafeterías, cafés, restaurantes de comida rápida, tiendas con comedor interior, cines, salas de conciertos y música, museos, acuarios y zoológicos, estadios deportivos profesionales, y así casi indefinidamente.
La oficina de Turismo de Nueva York tampoco tiene las cosas claras y destaca que "el anuncio hecho por el alcalde de Nueva York ha creado confusión para todos. Estamos tratando de obtener alguna aclaración del ayuntamiento."
Nueva York "no cederá ni un ápice en la lucha contra el Covid-19", en todo caso declaró Bill de Blasio. El alcalde dejará su cargo el 31 de diciembre, Eric Adams lo reemplazará.
Después de dos años el ser humano es incapaz de hacer algo sincronizado y conjuntamente. ¡ Da igual que mueran millones de personas ( ya son más de cinco)!. Da igual que la gente pierda a sus seres queridos, da igual que la gente pierda sus trabajos y sustentos ( 255 millones de seres han perdido su trabajo por la pandemia). Los países siguen cada uno haciendo y deshaciendo según se levante alguien por la mañana , los cientos de instituciones globales que tenemos no sirven para nada, sólo para mantener cientos de miles de puestos de trabajo pagados por el reto de ciudadanos. Ya me dirán ustedes que se hace en la ONU, o en la CEE , o en la OMS , se lo digo yo, nada. Se juntan y toman unas copas que tampoco pagan, unos cafés y charlan entre lo que parece ser un grupo de amigos, pero nada más lejos de la realidad. Después de dos años seguimos igual, unos levantando restricciones cuando dos días antes estaban confinados, cómo Inglaterra, que pasan de estar todo cerrado al otro extremo y sin mascarillas, que no digo yo que no se haga, pero al menos deja las mascarillas en sitios públicos y cerrados, pero no. Como este ejemplo de desorganización y sinsentido hay decisiones a diario, decisiones arbitrarias que unos toman y en la frontera de al lado toman la contraria, en España ya no se toman decisiones en un País si no que va por comunidades o por ciudades… todo un despropósito y un sin vivir. Total que el ciudadano está harto de oír que todo va bien, luego que volvemos a lo mismo de hace unos meses, luego bla bla bla…. como raza estamos abocados a desaparecer, somos los únicos animales racionales como dijo Aristóteles pero muchas veces me pregunto si esto es así. Lo que sí tengo claro es que la desaparición de la raza humana llegará, no se cuando pero llegará.