Ustedes se acordarán de los Hays. La pareja, que en los noventa había fundado una pequeña agencia de viajes en Inglaterra, y que habían crecido, compró las 550 oficinas de Thomas Cook, de las cuales siguen abiertas 455 oficinas. El marido murió y ahora la que está al frente del negocio es Irene Hays.
Hays es muy querida y popular, por lo que suele salir en los medios explicando cómo va el negocio del turismo. Nada que ver con los directivos estirados de los grandes grupos turísticos. Ahora comparece para decir que este será el verano del turismo. La eliminación desde el 7 de este mes de las trabas más serias para viajar ha hecho que los teléfonos empezaran a sonar sin parar en Hays Travel, disparando las reservas.
“Cuando se hizo el anuncio, fue una sensación de alivio. El sentimiento en Hays Travel fue de júbilo. Las reservas han aumentado un 53 por ciento desde que el primer ministro confirmó el miércoles que las pruebas previas a la salida y la cuarentena a la llegada se descartarían para los pasajeros vacunados. Como señal de la enorme demanda acumulada, Irene Hays dice que sus clientes hambrientos de sol están gastando una media de 478 libras más que antes de la pandemia (unos 520 euros). Una familia promedio está hoy gastando 2,698 libras (3.000 euros) en vacaciones, en comparación con las 2,220 de 2019”.
Casi la mitad de las reservas realizadas este mes son para vacaciones de verano, lideradas por viajes a España, Grecia y EE.UU., Seguidas de una creciente demanda de destinos de sol de invierno de larga distancia como Sri Lanka y Barbados y un aumento del 34 por ciento en las reservas de cruceros. Hays cree que este podría ser el punto de inflexión para la industria de viajes, después de una montaña rusa de dos años en los que las empresas han soportado interminables falsos amaneceres debido a cambios en las reglas.
“La industria de viajes ha respondido muy bien al Covid y ha implementado medidas de seguridad para garantizar que las personas se sientan seguras cuando viajan al extranjero. Siempre que las personas puedan cuidar su salud y cumplir con los requerimientos en destino, entonces no hay límites. La demanda latente es enorme, por lo que mientras no haya más limitaciones, podría ser un año fantástico para viajar ”.
El viajar a destinos lejanos/exoticos , cada vez va a ser mas imposible para la "clase media" entre restricciones, cierres, pasaportes covid y precios.
La clase media acabará veraneando como en los 80 en Benidorm o el pueblo.
Se acabó el viajar barato.