Airbnb ha comprado la start-up barcelonesa Trip4real, creada hace tres años y dedicada a que los locales hagan de guías a turistas. Algunos medios cifran entre 5 y 10 millones el monto desembolsado por el gigante, que con este movimiento confirma que augura un gran porvenir a un nuevo negocio turístico: el de los receptivos y guías sin profesionalizar.
En el Sector se venía hablando desde hace un tiempo de que con la pujanza de Airbnb y la informalidad en la entrega de llaves podría estar surgiendo una nueva y prometedora oportunidad de negocio en el segmento de receptivos dedicados a todos los servicios que implica un alquiler de vivienda por días, desde la limpieza a la entrega de llaves, hasta la organización de tours.
Hace menos de un mes se conocía que la plataforma iba a lanzar Airbnb Trips, que incluía planes como restaurantes y tours, aunque bastantes usuarios y profesionales del sector seguían echando en falta un servicio más adecuado en la entrega de llaves y en las posibilidades de negocio de que un turista llegue a un lugar con ansías de experiencias y desconocimiento de cómo acometerlas.
La economía colaborativa había entrado con fuerza en el turismo en el segmento alojativo y el de transporte, con dos gigantes mundiales muy identificados como referencias —Airbnb y Uber—, mientras otros eslabones de la cadena turística aún quedaban por tener a un actor destacado, tal como es el de la oferta complementaria.
Trip4Real, que tiene una implantación todavía más local, es en esencia un 'marketplace' en el que viajeros contactan con gente local para reservar actividades, y el turista paga una cantidad al guía local y Trip4Real se lleva de media un 18% de comisión.
Cuando tenemos ya una invasión de alojamientos "particulares", servicios de traslado en coches y con conductores "particulares", guías "particulares", etc.. todo ello "no profesional" y todo ello sin la menor seguridad ni garantías para el consumidor, resulta cuanto menos chocante que la legislación de las Agencias de Viaje se endurezca y sus garantías económicas supongan cada vez mayores costes para las empresas solo "por si acaso". En estas metidos, no es raro que empiecen a salir "entes" que se hagan llamar "club de viajeros" "amigos del turismo" o "viajero Pepito Pérez" que se vayan a dedicar a nuestro vilipendiado y poco reconocido oficio de agentes de viaje dado que el servicio entre "particulares" y sin ánimo de lucro (JA!) parece ser, es lo único que está bien visto ahora. Desde FETAVE denunciamos una y otra vez que la mal llamada economía colaborativa no es ni más ni menos que economía sumergida y la puerta abierta, ya de par en par, a la destrucción de empleos estables y creación de riqueza para el conjunto de la sociedad. ¡Pensemoslo bien¡
olé, otra fiesta de la inlegalidad. a ver si puedo hacer economica colaborativa los abogados o los cirujanos.
economia colaborativa y las tasas e impustos en los paraisos fiscales.
Mientras el sabio apunta a la Luna el necio mira al dedo.
Continuad quejandoos....que otros se llevan la pasta.