La plataforma de alojamiento Airbnb quiere exportar a Barcelona el modelo de Ámsterdam, donde el portal ha llegado a un acuerdo con el ayuntamiento de la ciudad holandesa que permite a la compañía cobrar la tasa turística a sus clientes y después entregársela al consistorio.
La ciudad de Ámsterdam y Airbnb firmaron el pacto en diciembre de 2014 y desde entonces la plataforma actúa como intermediario y recauda un 5% del importe del alojamiento a los huéspedes, según informa El País. “Facilita las cosas a los dueños de las habitaciones y las casas, y les ahorra el papeleo con el ayuntamiento”, explica Àngel Mesado, director de Política Pública de la compañía en España y Portugal.
Desde el consistorio holandés también están satisfechos con la fórmula. “Nos aseguramos de que se cobra efectivamente ese impuesto a todos los usuarios, en igualdad de condiciones con quienes ya lo pagan en los hoteles”, afirma el responsable de vivienda del ayuntamiento, Albert Eefting.
Ahora la intención de Airbnb es trasladar el modelo a otras ciudades de Europa y, en especial, a Barcelona donde ofrece 16.000 alojamientos. Allí la tasa turística es de 0,65 euros por noche. La Generalitat impuso una sanción de 30.000 euros a la plataforma a principios de verano por ofertar pisos turísticos ilegales y la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau, propuso condonar las multas si las viviendas se destinaban a alquiler social.
A pesar de todo, Àngel Mesado asegura que “hemos visto después de las elecciones autonómicas y municipales en Madrid, Barcelona y otros sitios que la situación ha cambiado. Hay una actitud más receptiva". A día de hoy, desde Airbnb todavía esperan a que el nuevo equipo de gobierno de Barcelona responda a la invitación que les han lanzado desde la compañía.
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