Orizonia va a solicitar al Juzgado de lo Mercantil número 1 de Palma los concursos de acreedores para la sucursal del grupo en Portugal, según ha podido saber preferente.com. No obstante, en la sede judicial aún no se ha recibido ninguna petición ni se cuenta con información acerca de las intenciones de la empresa, de modo que el magistrado Víctor Fernández y su equipo todavía no han abordado la cuestión. Las oficinas del receptivo Smilo repartidas por una veintena de países podrían correr la misma suerte que las dependencias lusas de Vibo e Iberojet, al amparo de la Ley Concursal que regula los procedimientos extranjeros de insolvencia.
La figura bajo la que se abriría el proceso para las sucursales fuera de España sería la del ‘concurso territorial’, aplicable en el caso de que se esté “tramitando en un Estado donde el deudor tenga un establecimiento o con cuyo territorio exista una conexión razonable de naturaleza equivalente”, reza la norma, que prevé la posibilidad de simultanear un ‘concurso principal’ en nuestro país con uno o varios territoriales en distintos países donde el deudor tenga establecimientos.
Endika Ormaeche, director general de Orizonia en Portugal en el momento de la quiebra, aseguró a esta redacción a finales de abril que tanto el concurso como el Expediente de Regulación de Empleo para la sucursal portuguesa se presentarían en mayo. Pero, de momento, no hay rastro de ninguno de los dos trámites y los trabajadores del grupo turístico en el país vecino han optado mayormente por rescindir su contrato con Orizonia y apuntarse al paro mientras buscan un empleo alternativo.
Apenas una veintena de ellos siguen vinculados a la compañía, aunque ya no van a la oficina, habiendo pedido simplemente una suspensión del contrato que les permite también cobrar la prestación pública. Precisamente el hecho de que la legislación portuguesa permita acceder a la prestación aún no habiendo ERE habría podido ‘relajar’ a los responsables de la empresa en España, que lo utilizan como justificación para que los trabajadores del otro lado de la frontera occidental de España no estén percibiendo las nóminas desde marzo.
Fuentes sindicales consultadas por este digital han apuntado que “está claro que estos trabajadores van a cobrar, pero tardarán más que los españoles”. A día de hoy, los administradores concursales de Insolnet siguen volcados en la situación procesal de las 21 sociedades quebradas en España. La última redacción de la Ley Concursal derivada del Reglamento de la Unión Europea prevé que nadie se vea discriminado en su derecho de saldar su deuda por el hecho de estar en otro país. La diligencia en los trámites es harina de otro costal.
En Lisboa, los trabajadores de Orizonia se han planteado la posibilidad de solicitar ellos mismos la insolvencia de la sucursal para acelerar las gestiones de cara a ejercer sus derechos ante el Fundo de Garantia Salarial (equivalente al Fogasa español). El Sindicato dos Trabalhadores da Marinha Mercante, Agências de Viagens, Transitários e Pesca, adherido a la CGTP (Confederación General de los Trabajadores Portugueses) está asesorándoles en esta iniciativa.
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