Orizonia pierde a Nacho Ponce, uno de sus directores financieros

Se ha ido sin hacer ruido, por su propia voluntad, sin discutir con nadie—ni siquiera con los de arriba—pero la suya era una marcha más o menos esperada entre los cargos más relevantes, tras las incorporaciones a un departamento, el financiero, que no estaba necesitado de más directivos. Nacho Ponce ya no está en Orizonia, a donde llegó en septiembre de 2008 de la mano de los fondos.

La salida de Ponce provocó cierta alarma antes de Semana Santa en el pool de entidades financieras que sostiene al grupo emisor del Parc Bit, como no podía de ser de otra manera, dado que el ejecutivo que se iba, aun cuando sin polémica ni portazo, era uno de los puntales del grupo gestionado por José Duato, conjuntamente con Juan Ignacio Sáinz, un histórico de la casa.

Pero Ponce calmó a cada uno de los directivos bancarios con los que se entrevistó, que prácticamente fueron todos, Bankia incluida, el principal acreedor, diciéndoles que no había conflicto con nadie, que todo funcionaba al ritmo que marca el mercado y que no era una marcha traumática y mucho menos producto de un posible naufragio de la nave que comandan Fernando Conte y José Duato.

Los bancarios que mantienen Orizonia a flote—los fondos nunca pusieron cash—no esperaban otra explicación distinta a la dada por Ponce, tal cual sucediera con Joaquín Solares cuando se fue de Globalia, pero se quedaron con la mosca detrás de la oreja, conocedores y sufridores muy directos del funcionamiento de un negocio  muy afectado por el consumidor español.

El directivo que ha cogido más fuerza en el departamento financiero de Orizonia es Vicente Muñoz, persona de máxima confianza y amigo personal del consejero delegado, José Duato, cuyo nombramiento causó sorpresa en la sede central y sobre todo entre los dos responsables de las finanzas del grupo de los fondos Carlyle y Vista Capital.

Por el futuro de Nacho Ponce se interesaron los bancarios, los compañeros y los amigos, incertidumbre inevitable cuando un ejecutivo se marcha de motu propio, y Ponce les ha dicho a todos que durante una larga temporada, varios meses, permanecerá en Estados Unidos haciendo un curso y que luego ya verá, pero que no tiene nada entre manos a día de hoy, y todos se lo creyeron a pies juntillas.

Como CFO (Chief Financial Officer), Nacho Ponce se ocupaba en Orizonia de las deudas del grupo, de las relaciones con las entidades financieras y del reporting con los bancos, por lo que era el cargo que tenía más trato con los representantes de los fondos.