Egipto tiene dos vertientes turísticas: la de sol y playa en el Mar Rojo y la realmente histórica y colosal, que gira Nilo arriba, Nilo abajo, y que se basa en su inconmensurable patrimonio.
Pero este segundo Egipto viene arrastrando un problema desde hace más de veinte años: la insuficiencia absoluta de su museo nacional situado en la plaza Tahrir, de El Cairo. El problema se abordó, desde luego, pero el nuevo museo no termina de acabarse. En las inmediaciones de las Pirámides, Egipto está haciendo un nuevo museo, parcialmente inaugurado, en el que se han invertido mil millones de dólares. Pero como no se ha terminado de mudar el resto de las piezas, que son aún las más importantes, hay que seguir visitando los dos.
La apertura del nuevo museo, excepcionalmente bien hecho, estaba prevista para finales de este año, pero ahora el Gobierno ha vuelto a aplazar la inauguración, incluso ya dejándola sin fecha.
¿Cuál es el problema? Que el gobierno quiere añadir nuevas galerías y ampliarlo con un segundo museo. Pero, en tanto, sólo es visitable un diez por ciento de la oferta, incluyendo las estatuas de Ramsés II. La gran galería, que albergará 5.500 obras, aún no tiene fecha.
Por lo tanto, los interesados necesitan visitar los dos museos sí o sí, los cuales no se encuentran para nada cercanos.
Y, encima, Egipto, que ha ido mejorando en su actividad turística, sigue arrastrando el problema de Gaza y la guerra en la zona limítrofe que, aunque no ha alterado su vida, sigue asustando al turista.
lamentablemente el museo tradicional de la plaza tahrir esta en estado lamentable y abandonado , la mitad de las piezas no estan y la sala de tut es muy chica y no se puede apreciar por la cantidad fe gente., la gestion de los responsables es malisima y parece que no saben la importancia del legado egipcio., eso si te cobran y te sacan dinero en cualquier ocasion que se puedan aprobechar,