El 27 de agosto pasado, un derrumbe cerró la vía férrea que une París con Milán, en los Alpes. El suceso tuvo lugar en el lado francés de la travesía de la montaña, cerca de Chambéry. Las autoridades en un primer momento dijeron que la vía estaría cerrada unos días, probablemente una semana. Pero no fue así: aún sigue sin reanudarse la circulación ferroviaria.
Ahora, tras tanta espera, la SNCF, la compañía ferroviaria francesa, ha anunciado que aplicará una solución transitoria: un bus circulará desde el 10 de enero al 24 de marzo en la ruta señalada. Los viajeros dispondrán de una conexión diaria en tren hasta las cercanías del lugar del incidente, subirán a un bus hasta un punto posterior en el que reanudarán el viaje en otro tren.
Sin embargo, en lugar de tres trenes diarios como operaban antes, este servicio de emergencia sólo tendrá una conexión diaria.
El tren partirá de París a un pueblo denominado Saint Jean de Maurienne. Un bus transportará a los clientes por carretera hasta Oulx. Posteriormente, en esta localidad, un tren nuevamente transportará a los viajeros hasta Turín o hasta Milán, dependiendo del trayecto. Esta conexión supondrá añadir entre una y tres horas al viaje original que ya era de seis horas, muy poco competitivo con el avión.
Al menos, el precio por este calvario de viaje será económico: parte en los 39 euros por sentido.
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