Parques de atracciones: llega la entrada variable

Merlin Entertainments es una de las organizaciones más importantes del mundo en parques de atracciones turísticos. Entre otras marcas, gestiona los parques Legoland, Sea Life y los museos Madam Tussaud.

Merlin aplica normalmente tarifas bastante elevadas, muy especialmente en sus productos de más éxito. Pero así y todo, no ha vuelto a tener el volumen de ingresos que tenía antes de la pandemia. Los turistas han regresado, pero ya no van con la misma intensidad a las atracciones.

Entonces la empresa, que hacía tiempo que lo pensaba, ha decidido imitar a los hoteles y a las aerolíneas y cobrar una tarifa variable: a más larga es la cola, más alto es el precio. Los fines de semana será más caro, los laborales menos; por las mañanas menos, por las tardes, más. Dependerá de cómo esté aquello de saturado.

Esta fórmula es mucho más rentable para este tipo de negocios, porque el dinero se ingresa por hora de apertura. Si no entran clientes, la posibilidad de venta desaparece. En los hoteles ocurre lo mismo: pasada una noche, el producto caduca. Por lo tanto, antes que dejar aquello vacío, se aceptan precios muy bajos que siempre es más que nada. Cuando la demanda es fuerte, se suben los precios para que sólo queden aquellos dispuestos a pagar lo que sea por visitar el parque. Lógico: si uno viaja desde muy lejos, no va a volverse porque el precio sea disuasorio.

Las nuevas tarifas empezarán a cobrarse este verano en los diversos parques, con una introducción progresiva.