La meteórica recuperación protagonizada por la industria del turismo ha permitido a algunas de las empresas que recibieron rescates estatales amortizar anticipadamente parte o el total del dinero recibido de la SEPI para resistir la pandemia (Air Europa, Ávoris, Hotusa, Wamos y Air Nostrum: de ser rescatadas a ganar dinero).
Según los datos recabados por Cinco Días, de los 30 préstamos concedidos a través del Fondo de Apoyo a las Empresas Estratégicos, 17 fueron a parar a empresas vinculadas al turismo. Éstas recibieron un total de 1.830 de los 3.255 millones repartidos por el Estado.
Pues bien, de la parte que atañe al turismo, cuatro de ellas se han adelantado a los plazos acordados con la SEPI. Se trata de Ávoris, Global Exchange, Hotusa y Wamos. Las dos primeras han liquidado su deuda, abonando los 320 y 45 millones de euros que les fueron entregados, respectivamente. Hotusa, con un montante total de 241 millones, ya ha devuelto 52, mientras que Wamos, cuyo préstamo ascendía a 85 millones, acaba de abonar ocho. A todas ellas se suma Blue Sea, que directamente renunció a los 25 millones que le fueron concedidos (Wamos amortiza anticipadamente parte de la ayuda de la SEPI).
Entre estos cinco grupos han devuelto la nada desdeñable cifra de 425 millones de euros. O lo que es lo mismo, de los 1.830 millones entregados, el Estado aún ha de recuperar 1.405 millones, el 75% del total. De esta cifra, un tercio corresponde a Air Europa, empresa que disfrutó del mayor rescate (475 millones) y que, pesa a haber dado la vuelta a sus resultados, no ha optado por realizar amortizaciones anticipadas.
En muchos casos el calendario de pagos es especialmente benévolo, con pequeños pagos de intereses hasta 2026. Por tanto, habrá que esperar dos años para ver cómo empiezan a liquidar su deuda con el Estado.
No se podía saber, oiga
Apostaría a que ni con la venta de las licencias de handling pagará un euro. ¡Que pague Iberia!
Otra cosa es lo anunciado. Este año va a ser la repera. Y el que viene la pera limonera. Es lo de siempre. Pura palabra de vendedor de burras cojas.
Pepe, para trincar, siempre con la mano abierta. Para pagar, devoto de la virgen del puño cerrado.
Entonces si las empresas del sector están cumpliendo plazos e incluso adelantando pagos, ¿por qué el titular induce a pensar que el Estado tiene un problema de impagos?
También habrá de recuperar el dinero que prestó a los bancos, digo yo.