Saga, el mayorista británico que se especializa en organizar viajes para personas mayores, ya presentaba una salud delicada cuando llegó el virus. Como todos los que estaban mal, ahora está fatal (Saga, el operador inglés para mayores pierde un 70% de valor). Por eso el grupo está tomando medidas para sobrevivir. Para empezar, sus cuentas para los primeros seis meses de 2020 indican unas pérdidas de 55 millones de libras, unos 60 millones de euros, que es muy importante teniendo en cuenta su escasez de reservas.
Por eso, la compañía ha decidido ampliar capital. Busca 150 millones de libras más para mantenerse operativa. Esto le permitiría garantizar su supervivencia si el virus desaparece, como todo el mundo piensa, a principios del año que viene.
Euan Sutherland es el principal ejecutivo del grupo, que no lleva mucho tiempo en el cargo pero sí muchos dolores de cabeza. Dijo que “Saga ha hecho un gran avance en la primera mitad del año. Nuestras prioridades durante este año han sido cuidar de los clientes y evitar un problema con la seguridad en la empresa.”
Ciertamente, la compañía tiene optimismo porque mantiene su operación de incorporar un segundo crucero, el Spirit o Adventure, una vez que con el primero ha descubierto que se trata de una línea de negocio muy positiva. Un poco lo que le ocurre a Tui que también apostaba por los cruceros.
Por otro lado, Saga anunció ayer mismo el cierre de Destinology, que era una rama de negocio dirigida a un segmento alto del mercado. Destinology se había puesto a la venta hace unas semanas pero al parecer no ha aparecido ningún comprador –esta es hoy la profundidad de la crisis del turismo-- de manera que ha decidido cerrarlo.
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