Norwegian Cruise Lines ha sido condenada al pago de una multa millonaria por operar en un puerto cubano que fue confiscado por el régimen de Fidel Castro en 1960. La justicia de Miami ha condenado a la crucerista al pago de 110 millones de dólares (unos 100 millones de euros).
Según una información de Miami Herald de la que se ha hecho eco El País, la investigación irá más allá, ya que Carnival, MSC y Royal Caribbean también están dentro del conflicto. Todo apunta a que tendrán que cumplir con una sanción similar, lo que podría elevar la cantidad conjunta hasta más de 400 millones de euros.
Las afectadas han presentado los recursos pertinentes, alegando que contaban con las autorizaciones y licencias necesarias por parte del gobierno estadounidense para operar en dicho puerto. No obstante, la jueza del caso ha sentenciado que “no exime automáticamente a los acusados de responsabilidad si se involucraron en turismo prohibido por ley”.
Tras la suspensión por parte de Donald Trump del artículo III de la Ley Helms-Burton, la legislación de Estados Unidos prohíbe a cualquier empresa lucrarse de propiedades embargadas por Cuba. Y las primeras investigaciones desvelan que las cruceristas obtuvieron unos ingresos cercanos a los 1.000 millones de euros por su uso.
¿No han querido decir compañías que realizan cruceros? Un crucerista es otra cosa bien distinta por lo que pongo en duda que hayan sancionado a cuatro pasajeros que realizaron esos cruceros.
Esto es más político que económico.
Se trata de una jueza de Miami donde está todo lo emigrado de Cuba desde 1959. Esa empresa dicen que son descendientes de los dueños antiguos, los mismos que el gobierno norteamericano no quiso aceptar las compensaciones que el gobierno naciente cubano les estaba dando a todas las empresas a las cuales intervenía, igual que hace ahora y a hecho siempre cualquier país. Los canadiense, europeos recibieron su compensación, solo los norteamericanos no quisieron.
Igual hace ahora cualquier país.
Esa multa está todavía en los tribunales, el proceso no ha terminado.
La ley Hel Burton y Torricelli vuelven la ley norteamericana internacional o extraterritorial, la prepotencia EUA en acción.