Optimismo en el sector: se dispara el número de agentes de viajes en EEUU

Dicen que las cosas primero ocurren en Estados Unidos y después se expanden por Europa. Especialmente las que tienen que ver con el mundo digital. Por eso los datos más recientes de supervivencia de las agencias de viajes en ese país son un estímulo para Europa. Los datos hablan de una segunda juventud para las agencias americanas, tanto en volumen de negocios como en número de agentes, que ha comenzado a crecer nuevamente.

Cierto es que los agentes de viajes americanos casi eran una especie en extinción: pasaron de 124 mil en el 2000 a apenas 70 mil quince años después. Pero ese sí parece ser su suelo. Asta, la asociación que agrupa a las agencias americanas, ha publicado en su último estudio un fuerte y claro cambio de tendencia, que permite a este sector proclamar su renacimiento. Por ejemplo, el volumen de negocio, deflactado, ha crecido un 5 por ciento en los cinco últimos años; con un total de 341 mil millones de dólares y se espera que al finales de 2017 haya vuelto a crecer un 6 por ciento más. Pero lo más significativo probablemente sea un cambio en la tendencia del número de agentes de viaje, que vuelven a aumentar, aunque sea ligeramente.

Si usted se pregunta el origen de este resurgimiento, ha de saber que el porcentaje de clientes que en 2014 gastaba 50 mil dólares anuales era el 14 por ciento y esos clientes aumentaron a un 22 por ciento. O sea, el segmento alto es el que está respondiendo bien. El porcentaje de viajeros a los que los agentes han dedicado un asesor de viajes aumentó un 50 por ciento en un año.

¿Qué es lo que ha provocado este cambio de actitud hacia el agente de viajes? Los estudios que han llevado a cabo en Asta indican que lo que el cliente aprecia del agente de viajes es su disponibilidad para casos conflictivos como una cancelación de vuelos, un huracán que altera planes o también para discernir entre tanta información contradictoria sobre un destino qué es lo útil y qué es irrelevante.