De alguna manera ya se conocen entre los turistas, pero todo empuje siempre suma. Seis de los pueblos más bellos de España se han postulado al título mundial que otorga la antigua Organización Mundial del Turismo, el organismo de Naciones Unidas que se dedica a estas cosas.
Los seis candidatos son el asturiano Cudillero; Sos del Rey Católico de la provincia de Zaragoza; Casares, de Málaga; Ainsa, en Huesca; Pals, de Gerona; y Mura, de Barcelona.
Lograr el título mundial no es fácil por varias razones: la más importante es que hay muchos candidatos porque casi todos los países buscan este reconocimiento comercial; pero también es un obstáculo que no todo el mundo tiene los mismos gustos y, muy especialmente, que este galardón no puede sustraerse a las batallas políticas que equivalen a que cada año se tienen que alternar los premiados, que hay que quedar bien con este o con el otro y que, también, que España esté entre los tres países del mundo con más turismo no ayuda precisamente a conseguir aún más premios.
La selección de los seis candidatos es otro de los ‘trabajos’ de la Secretaría de Turismo que, a falta de competencias para casi todo, se entretiene con estas cosas. Ahora la OMT, que como saben ha cambiado su nombre a ONU Turismo, evaluará y dará el premio a quien mejor le parezca. Aunque, en realidad, estar en la lista ya es un premio.
Me apiado, como alguno de estos pueblos, algunos de ellos conozco, sean designados como tal, porque algunos pensarán que llegará el maná, y acabaron siendo masificados y terminarán antes o después odiando tal "maldición", y cuando ya salgan en todas las redes, con miles de "chalados" con sus selfies imposibles. Ejemplo de un sitio maaravilloso, en Vizcaya, que tras aparecer en una famosa serie, hoy está masificado hasta decir basta, ha perdido todo su encanto, y encima han tenido que poner una especie de numerus clausus, y poner entradas, ante la avalancha de gente que hay todos los días y a todas horas, y eso que es un espacio natural.
Pobre del que gane.