Sixt, el rent a car alemán, ha tenido un inicio de año absolutamente excepcional, tras los desafíos angustiosos a los que le sometió la pandemia de Covid. En los seis primeros meses del año aumentó sus ventas un 59 por ciento hasta los 1.320 millones de facturación, según hizo público la compañía.
Todos los mercados han ido bien, pero Europa especialmente. La compañía explica que su disciplina en el control de costes ha permitido esta remontada.
Los gastos subieron un 47 por ciento en estos meses, mucho menos que los ingresos, que subieron un 59 por ciento. La demanda ha sido alta en todos los mercados.
El flujo de caja llegó a un nivel récord de 223 millones de euros en la primera mitad del año, lo que permite vaticinar que el conjunto del ejercicio habrá beneficios que irán desde los 380 a los 480 millones de euros, cifras desconocidas en la compañía.
En realidad, Sixt no nos cuenta que, debido a las profundas alteraciones del mercado en la recuperación actual, los precios de los alquileres de coches se han disparado, mientras que los costes siguen bastante controlados. El fenómeno ha significado que todas las alquiladoras de coches están teniendo un ejercicio excepcional, también en el caso de Sixt.
Por mercados, el treinta por ciento de sus ingresos proceden de Alemania, su primer mercado; con este país incluido, Europa aporta el 41 por ciento de los ingresos; Estados Unidos otro 30 por ciento, mientras que el resto del mundo aporta la diferencia.
El rent a car alemán está aún en crecimiento en muchos mercados. Por ejemplo, en Estados Unidos está presente sólo en 36 de los 50 aeropuertos más importantes, pero sigue abriendo sucursales. En Estados Unidos su facturación creció un 66 por ciento.
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