Hace apenas dos días, Tailandia, a través de la autoridad de la Aviación Civil, comenzó a exigir pruebas de Covid negativas para los viajeros procedentes de China. Pero este lunes rectificó, porque con el turismo no se juega después de tres años de crisis. De manera que ahora, los chinos tienen Tailandia a su disposición, sin prueba alguna (Tailandia dice adiós a las restricciones: entrada libre sin vacuna ni test).
“Los viajeros internacionales no tienen que presentar ninguna prueba Covid”, ni de no tenerlo ni de vacunación, dijo el vice primer ministro y responsable de salud, Anutin Charnvirakul. Este anuncio, aunque no menciona a China, tiene como destinatarios a los turistas más frecuentes en el país.
No sólo no se exige nada a los chinos, sino que, además, la Oficina de Turismo ha acordado ofrecer una estancia de 45 días, quienes habitualmente recibían visados para estar de quince a treinta días.
Tailandia espera (y desea, por supuesto) que 2023 sea un año récord en turismo, esperando al menos 25 millones de visitantes. La cifra es muy realista teniendo en cuenta que en 2019 el número de visitantes al país alcanzó los 40 millones.
La situación económica en Tailandia, muy especialmente en las regiones más dependientes del turismo, es hoy bastante mala, debido a que el país lleva tres años sin visitantes. Primero fueron las medidas bastante extremas implementadas por el Gobierno y, desde mediados del año pasado, la ausencia de chinos, su primer mercado emisor.
Juegan con fuego..... ya veremos como les sale la jugada. Por otro lado qué se puede esperar de un gobierno de militares, pues eso.