Este fin de semana, con toda probabilidad, no habrá novedades sobre el estado 'comatoso' de Thomas Cook, fundamentalmente porque durante el fin de semana no hay que hacer pagos. Pero, a partir del lunes y hasta el 30 de este mes, cuando se celebre la asamblea de acreedores, puede haber noticias.
Sin embargo, pese a la sequía, se ha sabido que Thomas Cook se ha aproximado al Gobierno británico para pedirle algún tipo de ayuda. El Gobierno, que tiene tradición de no ayudar a empresas en situaciones así, comentó que “no damos información sobre situaciones individuales concretas” (Thomas Cook pide a la desesperada un rescate al Gobierno del Reino Unido).
La crisis de Thomas Cook tiene hoy por hoy dos responsables inmediatos: el Royal Bank of Scotland y Lloyds. Estos bancos piden 200 millones de libras más para que el touroperador pueda sobrevivir, además de los 900 millones que Fosun va a aportar. Se trata de una supervivencia para todo el invierno, poniendo suficiente liquidez en la tesorería de la compañía, hasta que la nueva gestión que se supone introducirán los chinos, de algún fruto.
El banco escocés, en el que el Gobierno conserva una participación mayoritaria, pero tiene una gestión independiente, explicó su postura diciendo que “como uno de los muchos prestamistas, RBS ha dado apoyo financiero a Thomas Cook durante muchos años y continúa trabajando con otras entidades para encontrar una solución al problema financiero y de liquidez de esta empresa”. Pero, parece que se ha llegado al límite.
En estos momentos, unos 150 mil británicos están de viaje con Thomas Cook, lo que confirma la dimensión colosal del mayorista. Pero habría que sumar a esta cifra los turistas alemanes que vuelan con Condor y operan entre otras con Neckerman, los belgas y holandeses y los escandinavos de las marcas Spies o Tjaereborg, todas del grupo Thomas Cook y todas igualmente en crisis por los problemas de la central. Todos los viajeros de estos tour operadores podrían sumar más de medio millón de personas. Su rescate ha sido calificado como la mayor operación de evacuación jamás realizada fuera de los periodos de guerra.
Todo en Thomas Cook es colosal. Por ejemplo, su antigüedad: es la primera agencia de viajes del mundo, con 178 años de edad; emplea a 21 mil trabajadores en más de veinte países y, mucho más amplio, sus proveedores y clientes son miríadas, entre los que se encuentran incontables hoteleros, transportistas y hasta compañías aéreas españolas.
¿Y por ser grandes hay que ayudarles?
Y es que acaso a esos 500mil turistas les regalaron los viajes