The Financial Report Council, el regulador británico que tiene la autoridad de investigar y sancionar a las compañías auditoras, ha comenzado a investigar la auditoría de Ernst & Young de las cuentas de Thomas Cook para el año fiscal 2018 (que finalizó el 30 de septiembre de 2018). "La FRC mantendrá bajo una estrecha revisión tanto el alcance de esta investigación como la cuestión de si abrir cualquier otra investigación en relación con Thomas Cook", publica The Guardian.
Ernst & Young relevó a PwC como auditores de Thomas Cook en 2017. Thomas Cook sufrió unas pérdidas de 1.880 millones de euros en el primer semestre de 2019, tenía una deuda acumulada de 1.350 millones de euros y emitió su tercer profit warning en menos de un año. Además, se vio obligado a anotar una pérdida de 1.240 millones de euros por la fallida compra de My Travel.
Ernst & Young había advertido sobre estas cuentas que había "dudas significativas" sobre la viabilidad de Thomas Cook, que tuvo tres directores financieros diferentes en solo dos años a medida que sus problemas financieros se agravaban.
Precisamente, este lunes, Financial Report Council anunció que ha ajustado los estándares de auditoría después de detectar un aluvión de errores en diferentes corporaciones en que los auditores no señalaron advertencias sobre la viabilidad de la compañía.
La división de cumplimiento de la FRC puede imponer multas y enjuiciar a los auditores por mala conducta o incumplimiento de las normas contables. Stephen Haddrill, director ejecutivo de FRC, dijo: “La auditoría de alta calidad protege el interés público, satisface las necesidades de los usuarios de los estados financieros y respalda la confianza de los inversores. Las recientes fallas corporativas, por una buena razón, han afectado negativamente esa confianza, según The Guardian.
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