Los touroperadores medianos sortean ahora un agujero como el de Marsans

Los touroperadores medianos han sorteado esta vez, con el cierre de Orizonia, que la quiebra de un gran grupo vertical les deje un enorme agujero en sus cuentas, de hasta varios años el beneficio de sus empresas, como fue el caso en 2010 con la desaparición del Grupo Marsans.

Fuentes de la intermediación turística han constatado a preferente.com que las principales agencias mayoristas del país van a sufrir pérdidas de pequeña consideración por los impagos que pueda traer consigo el cese de actividades de Orizonia, ya que casi todas habían tomado precauciones y la tenían en prepago.

También las centrales de reserva de más tamaño se felicitaban este lunes de no haber revivido la terrible experiencia que fue para muchos el repentino desajuste en sus cuentas que supuso el abrupto cierre de Marsans, menos esperado que el caso, de Orizonia, con sus dos propietarios en la cúpula de la CEOE.

Solo una mayorista radicada en España pero de capital foráneo se ha apuntado una pérdida de alrededor de un cuarto de millón de euros, como ha ocurrido también con un banco de camas con sede en Mallorca y también con propietarios del extranjero.

En cambio, los touroperadores al borde de la treintena de años de vida con base en Madrid han logrado sortear un agujero de gran enjundia en sus libros, a diferencia de las grandes cadenas hoteleras, que han sido las más damnificadas por la bajada de persiana de Orizonia.