Thomas Cook registró unas pérdidas operativas de 543 millones de euros de octubre del pasado año a junio de 2013, lo que supone un 30% menos que el mismo lapso del año pasado, según informó el turoperador británico. En este período, solo incrementó un 0,4% su facturación, hasta los 6.445 millones de euros, frente al tercer trimestre de su ejercicio, de abril a junio, con un 4,9% sus ingresos, hasta los 2.720 millones de euros.
En cuanto a la temporada de verano, el 85% de su capacidad prevista ya se ha vendido, un 1% más que la temporada pasada, ya que debido a la caída de la demanda se han comprometido un 9% menos de reservas. Thomas Cook atribuye a la inestabilidad política en países como Egipto y Turquía la caída de las ventas con respecto a otros años, si bien asegura que "no está teniendo un impacto significativo" en las cuentas del grupo.
El resultado neto de explotación (Ebit) fue también negativo, con unas pérdidas de 356 millones de euros. El Ebit subyacente en el tercer trimestre mejoró en 53,13 millones de euros. No obstante, Harriet Green, consejera delegada del grupo, indicó que el plan estratégico avanza "a buen ritmo, ya que hemos seguido haciendo progresos significativos para la transformación de Thomas Cook".
Hasta la fecha, los gastos de explotación del grupo se han reducido un 3,8%, lo que supone un ahorro de 61,23 millones de euros con respecto al mismo periodo del año anterior. Green calificó de éxito la reciente refinanciación de capital de la compañía por valor de 1.848 millones de euros. Concretamente, un préstamo sindicado de 797 millones de euros en 2017 y de 525 millones de euros con vencimiento en 2020.
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