Primeras medidas de Tui en desarrollo de su estrategia para tener presencia, sobre todo presencia digital en China: acuerdo con una filial de Alibabá para desarrollar un portal conjunto, ampliación de su relación con la red de agencias de viajes líderes y desarrollo de su propio portal.
La ambición de Tui nace de que los 20 millones de clientes europeos son una minucia cuando se compara este mercado con el Extremo Oriente. Difícil competir con las nuevas grandes del turismo sin estar allí donde la economía está disparada. Por eso, Fritz Joussen, el director general de Tui está empeñado en transformar la compañía en los próximos cinco años, para que deje de ser sólo una potencia europea para ser una organización mundial. El objetivo es conseguir otro millón de clientes y otros mil millones de dólares en ingresos.
El primer paso: presencia en China y Sudamérica. Así lo explicó Joussen en la ITB, pero no en la ITB alemana que conocemos todos sino en la ITB China, que tuvo lugar hace una semana en Shangai y a la que la Tui parece que va a terminar por prestarle más atención que a la de siempre, de Berlín. El mensaje de Shangai es el mismo mensaje que Joussen había lanzado tras la última junta de accionistas, donde explicó que la compañía iba a desprenderse de activos que no eran centrales para su negocio y que pretendía ser un agente global.
¿Qué puede ofrecer la Tui a los chinos? Pues algo que en China se valora mucho: vacaciones occidentales. Una compañía occidental sabe mucho de cómo son estas vacaciones que hoy los chinos buscan desesperadamente para los 700 millones de viajes al extranjero que se espera que hagan en los próximos cinco años. Una tarta irresistible.
Joussen explicó en su intervención que “nosotros hoy ya llevamos turistas europeos a China [por cierto, resultado de la iniciativa de un español que estaba al frente de una de las empresas que acabó integrada en lo que hoy es Tui]. Nuestro objetivo es ofrecer a los chinos vacaciones en Malasia, Tailandia y Vietnam en la misma forma que atendemos las vacaciones de los suecos, ingleses o alemanes”.
La pregunta, lógicamente, es ¿cómo es que Tui no lleva años haciendo esto, cuando sus hoteles están por todo el mundo? Hay Robinson Clubs y Riu en los destinos más inesperados, por lo que sería lógico que también se captaran otras nacionalidades.
¿Por dónde va la estrategia de Joussen? Paso uno: extender la relación comercial de Tui con CTS, la mayor cadena de agencias de viaje de China, con apenas 350 agencias, hasta 2033. Pero eso no aporta mucho en un país cada vez más digital, incluso más que Europa. Entonces, paso dos: desarrollar sitios con la marca Tui, con la tecnología digital Tui, con socios chinos. Y esos socios chinos son Fliggy, una filial de Alibaba, la empresa de venta online más importante del mundo, por encima de Amazon. Paso tres: Tui.com, que ya tiene una página en español, también entrará en el mercado chino, obviamente con una página en este idioma.
El gran rival, Thomas Cook, siempre atento al gran rival, también entra en China. Pero Thomas Cook ha optado por crear una joint venture, una sociedad conjunto, con un grupo chino, Fosun, a ver si así logra entrar en el mercado, sin asumir los enormes costes que puede tener esta expansión, sobre todo en una empresa con economía endeble.
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