Las grandes redes han cerrado un enero positivo para ellas en cuanto a ingresos, con incrementos respecto al mismo mes de hace un año, pero la otra cara de la moneda es que estas ventas se han materializado gracias a significativas ofertas que han evitado aumentos de rentabilidad en el mismo porcentaje.
Enero tampoco representa para las agencias un mes relevante en el conjunto del año, pues la facturación en el arranque del año suele suponer cerca de un 6 por ciento del total del ejercicio, pero pese a ello, las primeras cifras siempre se tienen en cuenta como termómetro de cómo puede ir el año.
Desde noviembre, cierta sensación de euforia se propagó entre algunas de las minoristas punteras, dada la sorpresa que les supuso la buena evolución de las ventas, después de un verano que no cubrió las expectativas y que hacían presagiar un otoño realmente duro.
Una vez estabilizado el volumen de crecimiento, las grandes redes han hecho un análisis más profundo del fruto de las ventas y han concluido que en el campo de la rentabilidad existen síntomas algo alentadores, pero que en ningún caso justifican una alegría desmedida, pues las promociones han tenido mucho que ver en ello.
De aquí al verano, no obstante, en la cúpula de las principales minoristas del país se da por sentado la posibilidad e incluso la probabilidad de que acontezcan cambios de calado en el mapa de agencias, ya que los números de algunas redes evidencian un problema profundo de modelo, difícil de sostener varios meses más.
Estoy de acuerdo con lo expuesto, a mi modo de ver y habiendo estado 25 años en dos grandes de estas redes y ahora en mi propia agencia de viajes, el modelo actual de estas verticales está caduco, quizás la única que se salve sea VECI, por la imagen que aun tiene y el cliente que aunque sabiendo que es más caro, sigue comprandoles. Esto para su desgracia las otras grandes redes no ienen este tipo de cliente fiel, sus clientes van a por el mejor precio y el mayor descuento.
Tienen varios frentes abiertos que no creo que puedan solucionar, para sus extensas redes de oficinas:
- Internet o las compras online que hacen los clientes directamente.
- Mayoristas, que muchas de estas solo se nutren de sus propias redes y que cada día son menos necesarias para todas las agencias y para los viajeros que ya saben mucho por internet.
- Gastos centralizados desproporcionados, que conociendolos es imposible vender los suficiente y a un margen suficiente para poder asimilarlos.
Quizas en las grandes ciudades y con grandes negocios si tengan cabida algunas oficinas de las grandes redes, pero en las pequeñas ciudados o pueblos, o mucho me equivoco o no tienen solución.
Ahora estan cerrando oficinas propias y franquiciandolas, pero con el royalti del 3% de la venta que tienen que pagar los franquiciados tambien lo van a tener complicado. Además sin manejar la caja o el flujo de efectivo que generen pues lo tienen que ingresar en una cuenta centralizada de la gran red.
Las agencias pequeñas, pueden minimizar los gastos, sobre todo no tienen que pagar ese 3%. Tambien acceden a precios competitivos a través de diferentes proveedores, como bancos de camas, consolidadores aéreos, de cruceros, etc. Con todo esto montar los paquetes a medida de los clientes y muchisimo más.
En las grandes redes esto lo tienen más complicado, pues siguen con la mentalidad de su propio producto, sea bueno o malo, sea caro o barato, pero sobre todo su propio producto.
Un futuro complicado.