Una turista aplastada por una mujer obesa demanda a Thomas Cook

Esto de vender vacaciones cada día está más complicado. Sobre todo para Thomas Cook, que en el pasado ha tenido varios sucesos con sus clientes en los hoteles sin que haya sabido atenderlos correctamente. Este parece ser el caso, desde luego insólito, de Jemma Joslyn, de 32 años, madre de dos niños. Jemma compró un viaje que Thomas Cook a Turquía, con sus dos niños. Apenas llevaba 14 horas en el hotel Liberty Lykia en Olu Deniz, cuando le ocurrió una terrible desgracia: estaba en el tobogán acuático del hotel cuando otra mujer, también turista, obesa, cayó encima suyo y “casi la aplastó hasta matarla”.

Jemma culpa a Thomas Cook porque después del desaste no la ayudaron y, también, porque no había medidas de precaución en el hotel para prevenir algo así.

La cuestión ha llegado a los juzgados, ante lo cual, Thomas Cook, que está muy preocupado por estos problemas dadas sus experiencias anteriores, emitió una nota de prensa que dice que “tanto nuestro equipo de cuidado del cliente basado en el Reino Unido como quienes se encontraban en el hotel estuvieron en contacto con la señora Joslyn en varias ocasiones. Incluso arreglaron todo para que sus padres volaran a Turquía para estar con ella” –lógicamente, sin cargo.

Usted puede que sonría, pero la cosa es muy seria porque la víctima estuvo ocho días ingresada en un hospital, de los cuales tres en Cuidados Intensivos. La mujer obesa bajaba por el tobogán a unos 50 kilómetros por hora, según se ha indicado, chocando con la víctima que tuvo que ser trasladada a un hospital con hemorragia interna, cinco costillas rotas, daños en el hígado y riñones y líquido en el pulmón derecho. La víctima tuvo que pagar cinco mil libras por una operación de urgencia con dinero que un amigo le prestó porque el hotel o el tour operador no hicieron nada.

La víctima dice que el hotel no cuidó de sus niños mientras estuvo en el hospital, tres días en la Unidad de Cuidados Intensivos. “Si fuera por Thomas Cook, yo estaría muerta y mis niños habrían sido ingresados en los centros turcos de menores”, dijo. Aún hoy no ha podido regresar a trabajar.

Su abogada ha indicado que “mi clienta pudo haber perdido la vida mientras esperaba atención médica debido a que no había suficientes medidas de seguridad en la piscina”. “Ahora mismo no sabemos los efectos a largo plazo que tendrá.”