“Gracias Barcelona por este cálido recibimiento”. Una joven turista de Ucrania, que vive en Hamburgo, Alemania, ha organizado un espectacular revuelo en las redes sociales con sólo seis palabras en inglés: “Thanks Barcelona for very warm welcoming”. El sarcástico mensaje está acompañado de una foto de la autora en una esquina del centro de Barcelona, delante de un cartel que dice “Tourists go home”.
El mensaje de la joven ucraniana, profesora de yoga y tatuadora, se volvió viral en minutos, con nada menos que casi medio millón de ‘’likes’’. Pero también provocó la reacción de los barceloneses.
Muchos explican que no es “divertido” porque por culpa del turismo “que no nos respeta, ya no podemos estar en nuestras ciudades”. Otro dice que “los precios de las cosas aumentan debido al turismo de masas. No es difícil de entender. Sólo Airbnb y los restaurantes están contentos con el turismo de masas”. “Querida –en referencia y respuesta a la joven–, nosotros no podemos vivir en nuestra ciudad debido al turismo”.
Aunque minoritarios, también ha habido quien ha apoyado a la autora: “Esto es muy agresivo. Los españoles viajamos a todos lados y nos alojamos en Airbnb y somos ruidosos. Si hay un problema de vivienda es un problema del gobierno, no de los turistas”. Otro: “Barcelona es curiosa: vive del turismo pero lo odia”. “Buena campaña, un lugar menos para visitar”, dice otro.
Profesora de yoga y tatuadora que vive en Hamburgo … mientras tanto, su padre y hermanos jugándose la vida en el Frente o su primos, amigos y ella haciendo turismo.!!!
Cuanta zapatilla en el trasero le falta a esta generación de bon vivants.
Hombre, y tú organizando la revolución con tus comentarios en prensa. Zapatilla en el trasero...
La vida reparte cartas y luego cada uno las juega como mejor sabe.
Posiblemente mas inteligente que tu y mucho mas feliz...porque se te ve muy amargado.
Esa frase no rw exclusiva de Barcelona..la chica viaja poco, ,y más si se considera turista ella misma...espero sepa opinar al terminar su visita.
TURISTEAR, O CÓMO LAS CIUDADES SE VUELVEN DISNEYLANDIA
No sé bien qué es ser turista porque turista y ser son una tesis desequilibrada ya en su nacimiento.
El turista, que en su definición no es más que un mirón, que recoleta imágenes de lugares y vida ajena, se ha constituido en una fuente de ingresos codiciada por ciudades y negocios que se van doblando a manos del amo. Ay el vil dinero.
De esta actividad de mirar, pero no compartir, se lucran compañías aéreas, hoteles, restaurantes, taxis y un sinfín de negocios (mafias incluidas) que buscan atraer a todo aquel que desea poder sentir lo que no siente en sus lugares de origen. Ser, por momentos, actores de una decorado de película, como si ello le reportara la excitación que no tiene en su día a día.
Así, la industria diseña circuitos para los que desean ver, que no sentir, un mundo del que jamás serán participes reales. La gente paga, se somete a las órdenes de la industria, sufre todo tipo de contratiempos para volver a casa agotados, pero eso sí, con historias para explicar, porque, aunque estas no sean relevantes y no cambien nada, el que las vive se siente protagonista de un mundo alejado al suyo. Son los turistas aves que, llevadas por el viento, vuelven a casa con la maleta llena de recuerdos que se decoloran tan pronto la realidad hace mella con su presencia. Un cerebro lleno que se vuelve corazón hueco porque el día a día es donde vivimos. Un año pasa y volvemos a empezar, tal es la necesidad de alejarnos de la cruda realidad bajo la pretensión de descansar, de buscar el antónimo de la monotonía.
Si ser turista fuera ser viajero de los sentimientos y del entendimiento, hace rato que el mundo mostraría una cara más amigable y benévola. Sin embargo, a la vista está cómo funciona el mundo. Desde luego da para pensar.
Con gente de esta calaña mejor que no vengan y se queden en su casa,ah no, que no es alemana y mientras tanto su país en plena guerra, menos críticas en redes y más defender a tú país bonita
Entiendo que tú no sales de tu pueblo, ahora queda claro...
No sé si será muy feminista que los hombres combatan y defiendan su país y las mujeres se inhiban. ¿Se habrán quejado muchas? ¿Qué pasaría en España?
Estoy jubilado y he trabajado 31 años para el turista, o sea iros a hacer puñetas con la moda de ir en contra del turismo, la culpa es de los gobiernos que no construyen pisos asequibles y permiten los fondos buitre.