Por Guiem Costigan
El emisor español encara la que previsiblemente será su cuarta temporada alta consecutiva con unas cifras críticas de ventas. La mala coyuntura económica en España y el creciente desempleo lleva al turista nacional a inclinarse para sus vacaciones por tirar de utilitario hacia los apartamentos del litoral.
La consecuencia es que la soga aprieta cada vez más intensamente a agentes, operadores, aerolíneas y compañías de cruceros. En los tres primeros meses de este año, la cifra de negocio de minoristas y mayoristas ha caído, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 7,1 por ciento respecto a 2010, cuando los datos ya fueron dramáticos.
El agravante de esta temporada alta es que la mejora de la economía en las potencias emisoras conlleva que los hoteles den por sentado buenas ocupaciones. Por tanto, habrá menores tentaciones de grandes descuentos, ante la crecida de llegadas de alemanes y británicos, principalmente.
“Esta claro que la bajada de flujo de turistas hacia ciertos destinos de la cuenca mediterránea trae como consecuencia un desvío hacia nuestras costas e islas, y eso hará que haya menos disponibilidad y que por lo tanto existan menos ofertas”, señalan a Preferente desde Viajes Barceló.
Los hoteles españoles que tendrán más éxito entre el mercado nacional serán los que estén más cerca de los hogares de los viajeros, de acuerdo con la vicepresidenta de FEAAV, Sylvia Riera. Ello implica que el cliente haga la reserva por su cuenta y se desplace con sus propios medios.
“La tendencia son viajes de más corta distancia, disfrutando de la gastronomía”, señala Riera. Entre los destinos más prometedores de esta temporada, la vicepresidenta de FEAAV cita a Andalucía y Galicia, al tiempo que recalca el auge de los agroturismo.
El turista nacional ahora viaja más veces al año, pero durante menos días, por lo que se vale con sus propias herramientas para las “escapadas”, y elude a las agencias. Así, las ventas de los emisores presentan paquetes con menores servicios y días. “Se medirá muy bien el tipo de viaje, los servicios y posiblemente ajustando la duración del mismo”, apuntan desde Viajes Barceló. “En general, se aplica una reducción de días o de servicios en los viajes desde hace 2 años”, añaden.
Según Familitur, el pasado abril el porcentaje de viajes dentro de España fue más elevado de lo habitual, representando el 91 por ciento de todos los desplazamientos de los españoles. Para los viajes de media distancia, principalmente a Europa, el turista español cada vez tiende más a organizarse su propio paquete con vuelo en low cost y reserva hotelera hecha por internet.
Pero donde las minoristas no sufren tanto es en la larga distancia. La explicación es que el turista español, para los viajes más complejos, sí recurren a la protección que dan las agencias de viajes tradicionales. Estos trayectos viven su temporada alta después del verano, a partir de octubre, para cuando las expectativas no son tan malas comparado con el resto. Los cruceros se salvan también de la debilidad española como emisor de turistas.
El artículo completo en el número de julio de la revista Preferente
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