Las decisiones de los armadores para poner en servicio nuevos barcos se toman con mucha anticipación. De hecho, entre la decisión y la entrega del barco puede haber tiempo para que el mercado cambie, como está ocurriendo ahora. Hoy, a nadie en su sano juicio se le habría pasado por la cabeza estrenar un barco, pero la decisión de Costa se tomó antes de que apareciera el Covid, por lo que hay que arrastrar las consecuencias.
Así que este fin de semana, en Savona, el último paquebote de Costa soltó amarras. El Costa Toscana opera con Gas Licuado, con la tecnología más avanzada.
"El Costa Toscana es un barco innovador que ofrece una excelente experiencia a bordo y que es sensible con el medio ambiente, al utilizar gas natural para operar", dijo el armador.
El propietario, Costa Cruceros, está desesperado, como sus rivales, para devolver su negocio al esplendor pasado, cuando sólo en Italia movía 3.500 millones de euros al año. Los cruceros son uno de los principales negocios para las agencias de viajes. En el mar, el sector en Italia genera 63 mil empleos.
Costa dice que está notando un incremento de las reservas tras estos dos años nefastos. "Creo que los cruceros pronto volverán a la normalidad", dijo esperanzado Mario Zanetti, el presidente de Costa.
Como se imaginan, el barco es el mejor de los que tiene Costa, dado que es el más moderno.
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