Después de más de dos meses cerradas por la pandemia de Covid-19, las agencias de viajes españolas han comenzado una reapertura gradual de sus locales comerciales. Las pequeñas y medianas empresas, con costes de personal más reducidos, son las que más prisa se han dado en levantar la persiana. Por su parte, las grandes redes planean una reanudación masiva en la segunda quincena de junio (Grandes redes: reapertura masiva a mediados de junio).
Aunque la vuelta a la actividad podría ser un motivo de celebración para los miles de trabajadores afectados por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), varios agentes han transmitido a Preferente su preocupación por la posible agresividad de los clientes. "Llevamos dando largas para devolver el dinero durante casi tres meses y ahora nos van a comer", alerta uno de ellos, que también entiende que "no nos pagan lo suficiente para obligarnos a dar la cara en una situación como la actual".
Los profesionales consultados por este digital consideran crucial que, una vez reabran las oficinas de atención presencial, sus empresas estén capacitadas para efectuar los reembolsos a aquellos clientes que así lo soliciten. "Estamos dando el mismo trato que en Internet y como no se devuelva el dinero será el fin de las agencias", advierten.
Como ha venido publicando Preferente, con el objetivo de evitar una pérdida masiva de liquidez, la práctica totalidad de empresas turísticas están poniendo dificultades a los clientes que reclaman reembolsos (Agencias: aerolíneas bloquean los reembolsos vía GDS). Mientras que compañías aéreas y cadenas hoteleras están menos expuestas al cliente final, al que atienden vía web o por teléfono, las agencias de viajes, que actúan como meras intermediarias, son las que más sufrirán la ira de los consumidores.
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