La cadena hotelera Premier Inn era una de las más solventes de Europa. Tiene presencia en Alemania, el Benelux y, sobre todo, en Gran Bretaña e Irlanda. Premier Inn era la propietaria de la cadena de cafeterías Costa, que vendió a Coca Cola para centrarse en el negocio hotelero.
Pero, el coronavirus la está poniendo contra las cuerdas. La caída de clientes es tal, que acaba de anunciar seis mil despidos.
La cadena hotelera explicó que su decisión se adopta porque el gobierno británico acabará en un mes con el programa de ERTE que estaba en vigor.
Además de la cadena hotelera, vendida Costa, la empresa conserva la propiedad de una cadena de restaurantes.
Los hoteles, más de 700, han tenido la mitad de ocupación respecto de otros años. Esto, pese a que en ciertos lugares turísticos de Gran Bretaña la empresa reconoce que ha habido una gran demanda. Pero en las ciudades, debido a la caída de la actividad económica, la crisis es profunda.
En agosto, los servicios de la cadena de restaurante cayeron más de la tercera parte, pese a que en esas fechas en Gran Bretaña la epidemia estaba muy controlada.
Pese la mala noticia, la empresa, según indica Alison Brittain, su máximo responsable, pretende conseguir los despidos sólo con retiros voluntarios y sin tener que obligar a nadie a marcharse.
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