AccorHotels es la cadena hotelera más importante de Francia y una de las cinco más grandes del mundo. Desde luego, al tener prácticamente todos sus hoteles en propiedad, es la que tiene mayor valor económico. Sus marcas son bien conocidas: desde Etap a Ibis, de Mercure a Sofitel, pasando por Novotel. Le falta, en todo caso, una marca de súper lujo. O debemos decir “le faltaba” porque acaba de desempolvar una de sus marcas compradas en el mercado, a medias con la SNCF, la compañía de trenes francesa, para echar a andar hoteles de lujo. Es Orient-Express.
Definitivamente, esta será su marca de súper lujo. Y también se sabe dónde estará ese primer hotel: en Bangkok, Tailandia. El King Power Mahanakhon será el primer Orient-Express de lo que se supone que será una marca más en la cartera de Accor.
La elección de la marca, por supuesto, no es inocente. Orient-Express es una marca con un poderoso componente evocador, vinculados a la aventura, al mito y a lo selector. El director general de Accor, Sebastien Bazin, declaró a la prensa que “Orient Express ha sido siempre un nombre que enlazaba diferentes mundos, y un viaje en este tren era una experiencia inimitable”, obviamente limitada a unos pocos. La idea de enlazar Oriente y Occidente, historia y modernidad es lo que ha llevado a Accor a apostar por esta marca que tenía en su activo pero que no explotaba.
Ya se imaginan que los hoteles de esta marca tendrán un nexo con la historia, jugando con la nostalgia. Accor encargó al diseñador Tristan Auer el estilo del hotel de Bangkok, que será Art Deco, aunque esté ubicado en un rascacielos moderno.
El hotel estará abierto al público de aquí a un año, a finales de 2019. SNCF tiene una parte minoritaria en el proyecto, dado que es copropietaria de la marca.
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