Acusan al dueño de GPS de explotar a su plantilla y hacerla dormir en zulos

El dueño del Grupo Playa Sol, Fernando Ferré, se sienta este lunes en el banquillo de los acusados por dieciocho delitos, 14 de ellos contra Hacienda y el resto contra los derechos de los trabajadores y contables. Y es que, según el fiscal, el hotelero explotaba a sus empleados pagándoles 3,5 euros la hora en jornadas que llegaban a durar 16 horas sin descanso semanal.

Muchos de los trabajadores dormían hacinados en garajes de los propios hoteles sin ventanas exteriores “careciendo de los mínimos requisitos de salubridad, ventilación, iluminación, prevención de incendios y confortabilidad”. El fiscal asegura en su escrito de acusación que estas condiciones son “totalmente contrarias a la dignidad humana”.

Según recoge El País, cada verano Ferré contrataba para sus hoteles a medio millar de empleados de países del este de Europa por 300 euros al mes y a los que, pese a las promesas, no daba de alta en la Seguridad Social. La mayoría denunciaron que habían sido obligados a firmar contratos en checo, lengua que no entendían.

El dueño de GPS levantó un imperio que gestionaba a través de un entramado de 301 sociedades con las que evitaba el pago de impuestos a Hacienda de forma que cada año evitaba ingresar cerca de cuatro millones de euros. Cada uno de sus hoteles llevaba una doble contabilidad de la que se encargaban tres contables chinos que vivían en un cobertizo en casa del hotelero. Ellos eran los encargados, según el fiscal Pedro Horrach, de puntear facturas y cuentas.