La moratoria turística implantada por el ayuntamiento de Ada Colau ha provocado una espantada de los inversores hoteleros. Según el último informe de la consultora JLL las operaciones de este tipo han caído un 67% en Barcelona mientras que en Madrid se han multiplicado por diez.
Hasta marzo se cerraron a nivel nacional 22 transacciones de estos activos por valor de más de 500 millones de euros, de las que más de la mitad -266 millones- se llevaron a cabo en la capital y tan solo una -17 millones- en la Ciudad Condal”.
"Los inversores ven Madrid como un destino más seguro que Barcelona y creo que la tendencia hacia la capital se va a mantener, al menos este año", asegura Luis Arsuaga, director nacional de Hoteles de JLL. Eso sí, advierte que las políticas de la alcaldesa madrileña, Manuela Carmena, están "empezando a asustar a los inversores internacionales". "No tienen ningún problema en comprar un hotel en funcionamiento, pero a la hora de adquirir un inmueble para darle un cambio de uso se lo piensan mucho más. Ahora tienen miedo, ya que no están seguros de lograr las licencias", explica.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo