Los dos grandes aeropuertos de la red, Barajas y El Prat tienen planeado dedicar a espacio a hoteles, además de oficinas, centros comerciales y a servicios de logística, publica este viernes Cinco días (Aena suspende el plazo del concurso del servicio de seguridad).
La escasa cuota en transporte de carga, en comparación con los mayores aeropuertos europeos, se ha convertido en uno de los déficits más evidentes de Barajas y El Prat.
Al cierre de 2016 el aeropuerto capitalino rozó los 41,6 millones de toneladas, y por El Prat pasaron 13,3 millones, frente a las 215 millones de toneladas en mercancías declaradas por el aeropuerto de Fráncfort, las 214 millones de toneladas de París Charles de Gaulle o las 154 de Londres-Heathrow (Aena, dura con sus empleados: les prohíbe alimentar animales que deambulen en aeropuertos).
Con récord sobre récord en pasajeros, Aena es consciente de que el negocio de carga es una de sus palancas más claras de crecimiento. El sector de la logística, a través de la patronal UNO, lleva meses presionando en busca de un plan de desarrollo para Barajas. Este colectivo, junto a Aena, Iata o el Ministerio de Hacienda, participa en mesas de trabajo para hacer de la infraestructura un auténtico hub de carga.
El madrileño Corredor del Henares, cercano a Barajas y con especial protagonismo de los polígonos de la ciudad de Coslada, ya es considerado como uno de los cinco grandes polos logísticos de Europa. Desde el sector se demanda que el mayor aeropuerto del país acompañe este desarrollo.
La explotación inmobiliaria ha sido siempre un valor oculto de Aena, que el anterior presidente, José Manuel Vargas, afloró durante la salida a Bolsa en 2015. Fue entonces cuando la empresa pública empezó a valorar la opción de hacer caja con el perímetro de sus aeropuertos.
Mucho antes, en el año 2003, un proyecto realizado por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), por encargo de Aena, se centraba en la posibilidad de construir una ciudad aeroportuaria de un millón de metros cuadrados (el equivalente a dos barrios de Barcelona) en torno al aeropuerto de El Prat. Ese proyecto ya incluía una ampliación del centro de carga, hoteles, oficinas y una rambla comercial.
Datos 2016:
barajas 416.332 toneladas. Barcelona 135,815 toneladas. Las decenas de millones de toneladas del texto son erróneas.
El desarrollo inmobiliario ha estado siempre presente en Aena, desde su creación. Pero el azar o alguna fuerza profunda lo mantuvieron soterrado. En el aeropuerto de Palma de Mallorca se proyectó un hotel del que nunca se puso la primera piedra. Mucho antes había sucedido lo mismo en el aeropuerto de Barcelona. Está claro que las últimas grandes ideas sobre el desarrollo inmobiliario de Aena son viejas momias reaparecidas.