Si a usted Arabia Saudita le suena a un lugar oscuro y distante, está en lo cierto: hasta ahora, eso es lo que el mundo pensaba de este país. Pero algo está cambiando y muy rápidamente: la apertura de 84 nuevos hoteles sólo en 2018 es un indicador de que las cosas no son lo que eran, que el país está en transformación. 27 mil nuevas habitaciones que obligan a que haya una apertura al mundo, como promete su nuevo líder.
Por el momento, las zonas en las que hay presión para edificar son Riyad, Jeddah, Meca y Al Khobar, pero hay anuncios de que se comenzarán a desarrollar proyectos en las costas del Mar Rojo, para competir con Egipto, por ejemplo. Pensemos que Riyad es la tercera ciudad con más intensidad en la construcción de hoteles en toda la región, dejando al margen Dubai, por supuesto (Surge otro rival turístico para España: Arabia Saudí).
La cadena hotelera más volcada en la zona es Hilton. Kamel Ajami, el responsable de operaciones de la cadena americana para la zona ha indicado que “Arabia Saudita es uno de los mercados más importantes en la región, con nueva legislación y reformas que hacen que el reino sea más accesible. Es nuestro primer mercado en desarrollo en la región.”
El Gobierno saudí había anunciado hace dos meses el inicio de varios proyectos de resorts vacacionales en zonas costeras, lo cual implica necesariamente una apertura en varios aspectos, dado que las prácticas habituales del turismo internacional no son compatible con las exigencias en el comportamiento que Arabia tenía en el interior del país, entre ellas la prohibición a las mujeres
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