La presidenta del gobierno balear, Francina Armengol, ha realizado su enésima promesa de que regulará el alquiler vacacional. Junto con la que fuera secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, se ha reunido con la patronal Aptur para buscar las vías que permitan reformar la Ley General de Turismo y poner coto a una de las grandes lacras del sector. (Armengol presume de calidad mientras el alquiler turístico lastra a Baleares)
Según recoge Diario de Mallorca, la presidenta ha manifestado la necesidad de controlar este segmento, ya que “hay muchos turistas que quieren venir a esta comunidad y alojarse en alquiler”. Así, apuesta por que “todo el mundo esté en regla y pagando lo que corresponde a nivel impositivo, pero también desde la seguridad de que no les perseguirán porque todo estará regulado”. (El ecologismo destapa que la era Armengol disparó las plazas alojativas)
Entre sus teóricas promesas se encuentran definir las requisitos para poder alquilar, teniendo en cuenta la densidad de cada municipio. Además, ha hecho referencia a la necesidad de llevar a cabo un profundo análisis del aspecto urbanístico de este alojamiento, cuidando que se produzca una convivencia positiva entre turistas y residentes.
También aboga por “analizar los puestos de trabajo que generan y también la creación de empleo que están generando los alojamientos hoteleros en la comunidad autónoma”. En su opinión, “todo debe ponerse encima de la mesa para regular esta posibilidad y dar respuesta a la demanda”.
Estos asuntos serán tratados como no puede ser de otra manera, si sigue al frente del ejecutivo más allá del 24 de mayo. Ello hace entrever que puede tratarse de una estrategia política para ganar votos de cara a las elecciones.
Además, no es la primera vez que Armengol realiza este tipo de promesas. Desde 2015, año en el que entró en la presidencia, viene presumiendo de que tomará cartas en el asunto contra las viviendas turísticas. Pero nada mas lejos de la realidad, ha ocurrido todo lo contrario, ya que, en los últimos ocho años, el número de plazas en Baleares se ha disparado gracias a que ha dado alas al auge desmesurado de este segmento.
A ver, veamos... Max, llamémoslo como quiera cada uno. Son más plazas turísticas.
El problema es que no se puede crecer en más plazas turísticas, ni de un tipo, ni de otro. Qué una casa o vivienda desea hacer turismo vacacional y son 4 o 5 camas; pues, ... perfecto, si antes se dan de baja esas mismas camas de alguno de los formatos, el que sea. Eso para empezar, porque sino la isla en personas pueden acabar desbordando de gente y saturación estival.
Pero, ... luego hay el tema de la vivienda, que no hay y la oferta es escasa para la demanda que hay que provoca unos precios imposibles y que están dejando sin profesionales necesarios de muchísimos gremios y servicios vitales, por ejemplo en Ibiza faltan médicos de muchísimas especialidades críticas. Por lo que hay que priorizar y la vivienda se necesita para lo que se necesita, no para quedar fuera del mercado residencial del residente en las islas.
Lamentablemente en este debate hay demasiadas cuestiones no bien entendidas por ambos extremos, y las soluciones ni están, ni se esperan, ... mientras los problemas persisten aumentando o engrandando su dimensión, en la antesala de una muerte por éxito que hay que evitar como sea.
Años y años con la misma letania, eso si, siguen cobrando.
¿Qué más medidas queréis que pongan? Todos los que están en regla están haciendo las cosas bien porque hay mucho control. Los que no lo hacen bien son los piratas ilegales, que vayan a por ellos. Eso si.