El crecimiento desordenado y descontrolado de la oferta de viviendas turísticas, beneficiado por la laxitud o inexistencia normativa, amenaza con romper el necesario equilibrio entre el desarrollo turístico y el bienestar de la población residente (Alerta en España por el trasvase masivo de viviendas al alquiler turístico).
Los datos recabados por Exceltur muestran a las claras lo alarmante de la situación en los 728 municipios del litoral español de sol y playa, donde en tan solo dos años se han añadido 206.949 plazas en viviendas vacacionales, frente a las 35.333 del sector hotelero.
Las primeras han crecido desde 2022 un 20,5%, hasta alcanzar en 2024 la cifra de 1.213.512 plazas, superando ya a los hoteles en los mismos municipios, donde cuentan con 1.202.243 (+3%), como se puede ver en la tabla que acompaña a esta información (El modelo Airbnb sigue creciendo sin control en España).
En cuanto a las pernoctaciones en el litoral español de sol y playa, los pisos turísticos registran en el periodo comprendido entre 2019 y 2024 un crecimiento del 45,6%, frente al estancamiento (0,9%) de los hoteles.
El informe SolyTUR, elaborado por Exceltur, revela que la vivienda de uso turístico ha crecido en estos dos últimos años de normalidad tras la pandemia en las 12 zonas que abarcan los 728 municipios del litoral, salvo en la isla de Mallorca, donde se reducen levemente, tras haberse disparado desde 2015.
“Más allá del efecto cuantitativo del incremento de la presión turística, con implicaciones sobre la capacidad de respuesta de los recursos territoriales y la percepción ciudadana, la extensión, en muchos casos descontrolada, de la vivienda turística está teniendo efectos indeseados sobre el propio modelo de desarrollo turístico y su compatibilidad con el acceso a la vivienda de los residentes”, lamenta Exceltur.
Menciona, por ejemplo, que “la utilización turística de las viviendas localizadas en zonas residenciales ha introducido a los turistas, con sus distintos hábitos de comportamiento y necesidades de servicios (más lúdicos y de ocio, que asistenciales y dotacionales), en los espacios residenciales”. “Esta realidad, junto con el creciente atractivo de estos territorios, como lugares de primera o segunda residencia de población foránea, han incrementado los precios del acceso a la vivienda, alentado por la falta de acompañamiento de la construcción de nuevas viviendas”, prosigue.
Todo ello ha alentado dos fenómenos: el malestar ciudadano por el encarecimiento de la vivienda y la sensación de masificación por la presencia turística en sus lugares de residencia y las mayores cargas sobre las infraestructuras de comunicación, por la mayor movilidad turística asociada.
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En otras palabras que pone en riesgo nuestro negocio, el hotelero de sol y playa. Muy en la línea del medio.
La vivienda vacacional no está correlacionada con el incremento del precio de la vivienda. Tenemos el ejemplo de muchas ciudades donde Airbnb ha sido restringido/prohibido y los precios siguen incrementando (Nueva York, París etc); y en otras ciudades el alquiler vacacional simplemente es inexistente y la vivienda sigue subiendo de precio (Cáceres y Guadalajara son ciudades donde más ha subido la vivienda y las viviendas vacacionales son inexistentes). Todo este movimiento anti Airbnb viene dado de los hoteleros. Es más, en ciudades como NYC desde la prohibición de airbnb las tarifas han aumentado un 20%.
Negativo, además de saturar el lugar con un número entre cuatro y seis veces más de personas para los cuales el lugar no está preparado y de llenar las carreteras de coches de alquiler, esos apartamentos en lugar de satisfacer las necesidades del residente y del trabajador que se desplaza en temporada al lugar incrementan su valor considerablemente debido a la falta de oferta, y claro está ya ni mencionar el efecto Okupacion e Inquiokupacion que contribuyen directamente a que el propietario elija arrendar en modo vacacional versus tradicional al no estar protegido jurídicamente. Basta con el ejemplo de Mallorca donde hay 280.000 viviendas en vacacional albergando a más de un millón de personal diarias con coche de alquiler para los cuales la isla no está preparada ni lo estará dada su extensión y capacidad
Juan, estoy de acuerdo con el tema de los coches de alquiler, pero esos coches tambien los alquilan huespedes de hoteles (es mas, en el 90% de los hoteles tienes folletos de rent a cars!). Referente a los 280.000 viviendas en alquiler vacacional es simplemente falso. Si el numero de visitantes hubiese incrementado por 4 o por 6 eso quiere decir que cuando no habia Airbnb el turismo estaba 4 o 6 veces por debajo. En 2012 en Mallorca (cuando no habia casi nada de Airbnb) hubo 15 millones de visitantes, en 2023 22 millones, no se de donde sacas ese x4 o x6. Puedes revisar estas cifras en la web del Govern.
Facil, cada apartamento es capaz de albergar a cuatro, seis, ocho personas, e incluso mas , todo depende del numero de habitaciones, calcula y veras
Claro que esta relacionado. Muchos propietarios prefieren alquilar a turistas que a residentes y al haber menor oferta de viviendas y más residentes pues el precio de los alquileres se dispara. Es una cuestión de lógica.