Austria fue, a mediados de noviembre (el 19), el primer país de Europa que volvió al confinamiento ante el repunte de casos de Coronavirus, incluso antes de que apareciera la variante Omicron. La medida acaba este domingo 12 y ya no habrá obligación de encerrarse en casa, y los hoteles volverán a abrir al público, entre otras actividades. No obstante, aún registra 555 casos por millón de habitantes, mucho más que otros países, pero menos que Eslovaquia, hoy el país en peor situación en el continente.
Desde este domingo las cosas cambian, pero no crean que siempre será mejor. Ahora, en lugar de haber una norma nacional que afecte a todo el país, cada estado decidirá qué medidas adoptar y no necesariamente debe liberar la movilidad. Cada región fijará cómo se irá llevando a cabo la apertura.
Sin embargo, desde este domingo será posible hacer turismo, concretamente en las regiones de Tirol, Vorarlberg y Burgenland. Desde el próximo 17 de diciembre, los länder de Salzburgo, Estiria, Carintia y Baja Austria les seguirán, permitiendo también la apertura de hoteles y de restaurantes. En Alta Austria, el confinamiento general finalizará el 17 de diciembre y Viena abrirá sus establecimientos turísticos el 20 de diciembre.
No olviden un detalle: Viena es una ciudad con gran demanda turística para el final de año, por los conciertos de música cercanos o en la Nochevieja, los cuales parecen salvarse de las limitaciones, tras un período de encierro que penalizó a todas las ramas del sector turístico.
El fin de año y comienzos del siguiente en Viena se mueve mucho, pero mucho dinero. Turismo de lujo que paga precios astronómicos por los famosos conciertos y alojamientos que triplican sus precios y que no están precisamente vacíos y con precios que si habitualmente superan los 300 euros se van a los 1000. Y todoa esta gente come y compra.