El Gobierno balear ha amenazado con imponer multas a los hoteles cuyos clientes no cumplan las restricciones que deben respetar los residentes. Cuando cientos de empresas turísticas se encuentran al borde de la quiebras tras más de un año sin turismo, el Ejecutivo que preside la socialista Francina Armengol ha anunciado que aplicará mano dura contra los hoteles infractores.
Es decir, los alemanes, que llegarán en Semana Santa de forma masiva a Mallorca, deberán cumplir las mismas restricciones que los residentes, lo que implica que solo podrán viajar con sus convivientes, pero estará prohibico hacerlo con amigos.
Los hoteles de las Islas estarán obligados a controlar, bajo la amenaza de multas, que en una misma habitación solo se alojen convivientes o, de lo contrario, se exponen a multas de la Conselleria.
Esa prohibición afecta de forma específica a los días de Semana Santa e incluye también a los residentes que se alojen en hoteles o que viajen a otras islas durante esos días, ha amenazado el consejero de Turismo, el socialista Iago Negueruela.
El Govern ha dicho que los establecimientos hoteleros deberán controlar a los clientes y dejó claro que habrá vigilancia para que las medidas se cumplan bajo la amenaza de sanciones.
Muchos hoteles abrirán sus puertas de nuevo esta Semana Santa tras haber cerrado sus puertas en octubre de 2019.
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