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Opinión

Baleares: no es el decreto lo que falla

Siempre nos ocurre lo mismo: hacemos decretos, normas, regulaciones, las corregimos, las perfeccionamos y matizamos, pero nunca tenemos resultados

La presidenta del Govern de Baleares, la popular Marga Prohens, ha reconocido que el decreto en vigor, que prohíbe el turismo de borrachera, no ha funcionado, por lo que se ha comprometido ante los empresarios del sector turístico, a revisarlo y modificarlo (Mallorca: el gran problema es el turismo de borrachera según hoteleros y autoridades).

Yo no estoy de acuerdo. Es posible que se pueda hacer una redacción más correcta; es posible que se puedan concebir modos más precisos de abordar el tema; siempre se puede mejorar cualquier decreto. Sin embargo, a mí me parece que el problema no está ahí. El problema no es el decreto anterior. Ni lo será el siguiente. Ni siquiera lo sería que no hubiera decreto alguno. El problema no está sobre el papel del Boletín Oficial. El problema está en la calle, donde están los turistas.

Siempre nos ocurre lo mismo: hacemos decretos, normas, regulaciones, las corregimos, las perfeccionamos y matizamos, pero nunca tenemos resultados. La razón siempre es muy simple: porque esto exige trabajo a nivel de calle, con constancia y seriedad. Y eso no lo hemos tenido nunca y dudo mucho que lo lleguemos a tener.

En la playa de Palma, por ejemplo, hace cuatro décadas que los gobiernos dicen luchar contra los ‘trileros’: sujetos que con tres cubiletes engañan a cuanto incauto hay en Europa; y hace cuatro décadas que se persigue a los tiqueteros que venden entradas para las discotecas. Jamás un resultado, simplemente porque nunca un policía le prestó la menor atención a estas prácticas.

En el caso de la borrachera, en España no tenemos ni la cultura, ni las ganas de prohibirle a nadie que beba. Y los extranjeros, sobre todo los británicos, pero no sólo, si no tienen un policía delante amenazándoles, no paran de beber.

De manera que a mí me parece que el problema no está en el decreto, aunque esto permitirá que nos entretengamos otros cuatro años, hasta que los que vengan en el futuro vuelvan a cambiarlo. Porque algo hay que hacer, ya que no estamos dispuestos a tomarnos esto realmente en serio. Y no lo estamos, porque tampoco crean que a la gente realmente le parece grave.

 


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    Pepe Botella
    1 año

    Muy de acuerdo con el artículo. El problema está en permitir la oferta. Obvio que no vas a prohibir el alcohol pero es como si no quisieras turismo de puteros y tuvieras tus principales calles de la ciudad llenas de puticlubs. ¿No sería más lógico cerrar los locales para evitar las tentaciones ?

    Andrés
    1 año

    En la Playa de Palma, concretamente, hay 5 kilómetros de vía pública en primera línea de playa plagada de centenares de establecimientos "raros" donde se puede comprar una toalla, unas gafas de sol, un sombrero, o... todo el alcohol que quieras, con vasos, hielo, etc., para poder ser consumido en el murete que separa la acera de la playa. Eso es lo que se ofrece y eso en lo que tenemos.

    Para acabar de fastidiar la situación, hay dos megabares, megadiscotecas o como se llamen esos "biergarten" con cabida para miles de personas donde el consumo de alcohol es compulsivo. La gente sale de allí literalmente a cuatro patas.

    Ante esta situación ¿qué se puede esperar? Lo que tenemos. Efectivamente, los decretos y las ordenanzas son papel mojado. Es un problema policial, de orden público y también de salud pública.

    Raúl Romagosa Martín
    1 año

    Aquí el quid de la cuestión es el de la función de control y sancionadora. Si no pones medios humanos y materiales en la cantidad y los momentos adecuados, ningún secreto, por preciso y puntilloso que sea servirá jamás para nada.

    Edu
    1 año

    El problema es el de siempre, pocos efectivos de policía para controlar una población triplicada o cuadruplicada en verano y la policía ni puede ni hace nada por qué sabe que las leyes son una vergüenza y en 24 horas los delincuentes vuelven a donde los detuvieron ha hacer exactamente lo mismo.

    toni yo
    1 año
    Reply to  Edu

    estoy de acuerdo contigo , mas efectivos vigilando el comportamiento de los transeuntes y si un turista se pasa por el forro las normas .... simplemente se le retiene la mitad de sus vacaciones y entr ellos se corre la voz , asi se puede parar el turismo de borrachera.

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