Barceló se plantea abandonar Reino Unido si el dueño de sus 20 hoteles en el país no le rebaja el alquiler, en una disputa que pone en cuestión un contrato de arrendamiento hasta 2042 valorado en 1.016 millones de libras (1.178 millones de euros), según publica este martes Expansión.
Puma Hotels, compañía propietaria de los establecimientos, asegura haber recibido "una carta de los abogados que actúan en nombre de Barceló Corporación Empresarial (BCE), en la que proponen una revisión de la renta y de otros términos [del contrato de alquiler].
De acuerdo con un artículo firmado por el corresponsal el Londres Roberto Casado, la carta indica que, si no se alcanza un acuerdo entre las partes sobre la revisión de los alquileres, BCE pretende retirar el apoyo financiero a su filial hotelera británica, Barceló UK".
Fuentes de la empresa española confirmaron su deseo de cambiar las condiciones del arrendamiento, suscrito inicialmente en septiembre de 2007. "Estamos negociando con la propiedad desde hace más de un año el contrato de alquiler de los hoteles de Reino Unido, y esperamos llegar a un acuerdo satisfactorio que haga viable nuestro negocio en ese país", asegura un portavoz de Barceló.
Barceló negoció el contrato de alquiler poco antes del comienzo de la crisis financiera y la recesión económica. Cada año, la renta sube al mismo ritmo que la inflación en Reino Unido, lo que en septiembre de 2011 ha supuesto un incremento del 5%, hasta 32,5 millones de libras.
Mientras la inflación crece a ese ritmo elevado, como consecuencia de los precios de las materias primas y el incremento del IVA, la economía británica está casi estancada, por lo que las reservas e ingresos en los hoteles de Barceló no avanzan al ritmo del gasto en alquiler.
De hecho, la facturación de los hoteles británicos de Barceló bajó un 1,5% en 2010, hasta 104,9 millones de euros. Los 20 establecimientos están repartidos por la geografía de Reino Unido y fuera de Londres, ciudad que ha resistido mejor el embate de la crisis gracias a los turistas extranjeros.
Como resultado de esa conjunción de menores ingresos y mayor coste de alquiler, la filial británica de Barceló está en pérdidas. Al final del pasado ejercicio, la cadena acumulaba 15,2 millones de euros en pérdidas en su negocio en Reino Unido. Barceló Hotels General Partner, sociedad holding del grupo en el mercado británico, sufrió unas pérdidas de 7,6 millones de libras en 2010.
Al prever esta situación, Barceló ya registró una provisión de 28,9 millones de euros en 2009 al considerar "oneroso" el contrato de alquiler de sus hoteles en Reino Unido. Puma Hotels, por el contrario, está en beneficios gracias a la renta que recibe de Barceló.
El problema para el grupo mallorquín es que Puma Hotels parece poco dispuesto a modificar las condiciones del acuerdo. "Los gestores de Puma Hotels están dispuestos a defender sus derechos en los contratos, incluyendo las garantías aportadas por Barceló sobre ciertas obligaciones".
Por tanto, si la empresa española abandona los hoteles británicos, se podría abrir una disputa judicial entre ambas partes. El contrato, al que le quedan 30 años de vigencia, está valorado en 1.016 millones de libras. Existe la posibilidad de romper la relación en 2017 bajo determinadas condiciones.
En cualquier caso, Barceló, que acaba de potenciar su presencia en Italia, espera alcanzar una solución consensuada. Como prueba de su buena voluntad, la filial británica acaba de nombrar un nuevo director comercial para impulsar sus ventas en el país.
Fuentes del grupo español indican que la renegociación de los alquileres, como consecuencia del impacto de la crisis en los niveles de reservas, ha sido una práctica habitual en varios países. En 2010, el grupo Barceló facturó 1.655 millones de euros y logró un beneficio neto de 10,1 millones de euros.
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