Blackstone prosigue con sus compras por Europa y Silken, con 32 hoteles, está ahora en su punto de mira. El grupo Urvasco, su propietario, está en concurso con un pasivo de 700 millones y el fondo estadounidense es uno de sus principales acreedores.
Blackstone ha mostrado interés por nueve hoteles de Silken, que pertenecen a las filiales de Urvasco y no tienen deuda propia. Con sus activos garantizan el pasivo del grupo vasco, que ronda los 700 millones de euros. De esta manera, sería más fácil su separación del concurso, si no lo impide que Carey Value Added, el acreedor que instó el proceso del grupo, dé su visto bueno a la operación.
La salida para el resto de los hoteles de la cadena Silken, cuyos establecimientos insignia son los cinco estrellas Gran Domine, en Bilbao, y Puerta América, en Madrid, también pasa por la venta a terceros. Los posibles inversores tendrían que asumir la subrogación de las deudas, previa negociación con los acreedores, u ofrecer el pago de una cantidad para liberar las garantías que soporta el pasivo. Además de comprometerse con el mantenimiento de la plantilla que mantiene activa en los hoteles, según Cinco Días.
Esta es una de las condiciones prioritarias para los que gestionan estos procesos. En este caso, fue la magistrada María Teresa Trinidad, titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Vitoria, quien dictó el auto de concurso necesario de Urvasco el pasado 3 de febrero. Nombró como administrador al grupo Sindicatura SLP.
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