La llegada récord de visitantes extranjeros en agosto no hace más que confirmar que el turismo es el único sector que genera riqueza en España a día de hoy y eso despierta el interés de inversores extranjeros y fondos, ansiosos por hacerse con activos hoteleros en nuestro país, especialmente en las zonas de costa como Baleares.
“Hay mucho movimiento, más que otros años. El sector turístico ha sustituido al ladrillo, que antes era el preferido para invertir”, explican a preferente.com distintos consultores hoteleros e intermediarios que vaticinan “un par de años buenos”.
Lo que quieren principalmente los inversionistas y fondos extranjeros que eligen España para comprar es una rentabilidad alta, de entre el 6 y el 7 por ciento, aunque los hay también que exigen un diez. En Baleares, por ejemplo, buscan hoteles de cuatro estrellas ubicados en primera línea de playa y que cuenten con más de 150 habitaciones. Por ello, una de las zonas preferidas es la Playa de Palma pese a no haber suficiente oferta de activos para tanta demanda.
Ciudades como Madrid o Barcelona también han despertado el interés de estos inversores extranjeros, especialmente el de empresarios asiáticos “con exceso de tesorería” que, según PHG Hotels, ven al sector hotelero español como “una inversión atractiva donde aparcar fondos en un entorno seguro”. Eso sí, el requisito que piden es que el establecimiento tenga un operador “ya que ellos no tienen ninguna experiencia en gestión hotelera”.
El gran interés que despierta la planta hotelera española no va a la par con el numero de operaciones de compraventa que se cierran y es que como señala un conocido broker, “se mueve mucho, pero a la hora de la verdad se cierra poco porque las negociaciones son muy largas, se mira todo al detalle y hay que analizar a fondo los estudios de viabilidad, etc…”.
La actual época de bonanza que vive el turismo, con récord de visitantes y de gasto medio, también supone en ocasiones un obstáculo para quienes buscan hoteles pues hay propietarios que se muestran “más reacios” a desprenderse de sus activos y otros que incluso optan por subir el precio, lo cual es un error, según señalan las fuentes consultadas.
El guiri contempla la inversión estudiando la capacidad de RCR o retorno en función del esfuerzo de producción sobre el ADR y la tasa de ocupación. La divergencia entre el factor inmobiliario que nunca baja en España de valor, no es ironía es pitorreo. Y el inversor extranjero despistado, que todavía veo a históricos del lugar colgar farolillos y vestirse de lagarterana cuando Mr. MARSHALL pregunta por él. Claro está que al hotelero que ha vivido como un marqués él y su familia 40 años se le atraganta la valoración de su activo a 2.500 euros la habitación.