Carmen Riu nunca jamás se había pronunciado de forma oficial de la manera tan rotunda como lo hizo el otro día —molesta y “enfurecida”— sobre un cargo público, concretamente el alcalde de Palma, José Hila, quien descubrió una placa dedicada a las “kellys”. Este sobrenombre de las limpiadoras de hoteles fue el detonante del enfado de la hotelera, siempre discreta y prudente (Carmen Riu afea al “clasista” alcalde de Palma que llame a las limpiadoras “como unas galletas”).
La mayor de los Riu—nieta, hija, madre y hermana de hoteleros—explotó cuando tuvo conocimiento de que los dos alcaldes que han gobernado esta legislatura el consistorio palmesano descubrieron una placa sobre las limpiadoras y camareras de piso con el mote de “kellys”, calificativo que considera despectivo e impropio de “socialistas”.
La copropietaria de Riu Hotels es una empresaria que ha permanecido toda su vida al margen de la política, que no se ha pronunciado sobre los partidos, que no ha participado en conspiraciones y que nunca se ha metido en fregados políticos. Carmen Riu, como lo fue su padre en el pasado y lo es hoy su familia, siempre ha apoyado a la clase trabajadora y sus empleados son muy conscientes de ello.
Lo del monumento y plaza a las “kellys” le ha debido de doler precisamente por el cariño y aprecio que los Riu sienten por las camareras de piso. La madre, doña Pilar, siempre fue —y lo sigue siendo a sus 87 años— un baluarte de estas empleadas. Pero debe haber algo más —un hartazgo general con la clase política que nos gobierna— para que Carmen Riu haya reaccionado así, en caliente, siendo ella tan reflexiva y tan poco dada a manifestaciones como la de sentirse “enfurecida”.
Para que se hagan una idea acerca de la consideración que Carmen Riu profesa por los trabajadores, nos remitimos a una intervención suya de hace un par de semanas en Santo Domingo. En la capital caribeña rompió el protocolo establecido para resaltar —no estaba prevista su intervención— la labor de los empleados dominicanos, “que nosotros formamos y ellos son ahora los que forman a sus compañeros de otras naciones caribeñas”. No hay nadie que pueda cuestionar lo que los Riu han he hecho por la clase trabajadora. Tanto que a CR le producen dolor estos calificativos pueriles y vulgares sobre un colectivo ejemplar.
Otros colegas de los Riu —no solo los grandes— deberían hacer públicas sus opiniones y puntos de vista sobre lo que acontece en el entorno sociopolítico de las islas, del que ellos son parte activa. Hay que perderle el miedo a todos los que arremeten contra el mundo del turismo desde los puestos oficiales. Sin ir más lejos, el alcalde Hila y otros socios turismofóbicos del Ayuntamiento, Consell y Govern.
Soy camarera de pisos de Riu desde hace 30 años y estoy totalmente de acuerdo con la opinión de Carmen Riu. Creo que al igual que a mis compañeros, tanto de comedor como cocina o recepción, nos gusta que se nos siga llamando por lo que somos desde siempre. En mi caso señor alcalde, soy CAMARERA DE PISOS no Kelly. Eso es un apelativo que nos han puesto un grupo de señoras las cuales aseguran nos representan a las camareras de pisos. Yo no me siento para nada representada por ellas, y creo que nos deberían haber preguntado a TODO el colectivo si estábamos de acuerdo y no dar por hecho que era así. Reivindicó desde aquí mi derecho a pedir que se cambie dicho nombre por el que de verdad siempre se nos ha identificado porque es lo que realmente somos. CAMARERAS DE PISOS señor alcalde y señoras del colectivo llamado Kelly
Muy bien por Riu. Llamarles Kellys me parece un calificativo negativo, es casi casi como llamar chachas a las asistentas.
Lamentable el Ayuntamiento de Palma, supongo que además les dará lo mismo