La crisis política que se desató en Cataluña hace dos meses aún golpea al sector hotelero. Con el objetivo de seducir a los turistas, el precio de los servicios disminuyó casi 20% desde la celebración del referéndum el 1 de octubre luego de constatarse que la merma del turismo internacional fue de 5% en noviembre (La crisis catalana también pasa factura al crecimiento y precios de las aerolíneas).
También perjudicó a la industria catalana un hundimiento de las reservas efectuadas para el macropuente de festivos en el inicio de este mes de diciembre.
La caída de las pernoctaciones y la reducción de los precios llevará a que los ingresos del sector en esta región se hundan alrededor de un 15%, lo que tiene un impacto directo en el crecimiento económico catalán y todas sus derivadas como la tasa de paro o la recaudación fiscal, según informa este viernes El Mundo (Cataluña: las grandes redes compensan en noviembre parte del golpe de octubre).
La situación catalana es llamativa. A la vez que ofrece los mayores descuentos del país para los visitantes, los residentes tienen que convivir con la mayor tasa de inflación de todo el país. Según el índice del INE, los precios crecen en Cataluña a un ritmo del 1,9%, dos décimas por encima del registro del 1,7% establecido para el conjunto del país y cuatro décimas por encima del 1,5% de Madrid, región equiparable por tamaño económico.
Los precios se elevaron durante el pasado mes en el conjunto del país y se acercan a la tasa del 2% que tiene como objetivo el Banco Central Europeo (BCE), señala El Mundo.
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