El sector hotelero español está en el centro de todas las miradas de los inversores extranjeros. Hasta octubre el volumen de inversión en activos hoteleros alcanzó los 430 millones, según Miguel Casas, consultor senior de CBRE Hotels España, y se espera que el año cierre en torno a los 500 millones o más.
Los inversores interesados en la planta hotelera española son diversos, pero se pueden catalogar en tres tipos. Por un lado, están los denominados “exóticos, inversores que quieren comprar barato, no están especializados en este mercado pero les llama la atención. Suele tratarse de inversores chinos, árabes, rusos, proceden también de Medio Oriente. Tienen exceso de liquidez y buscan países jurídicamente seguros”, apunta Miguel Casas a El Confidencial. "Quieren las rentas del alquiler, por lo que ceden su gestión y vienen dispuestos a gastarse entre 10 y 30 millones de euros”.
También destacan entre los inversores los “fondos oportunistas, que en su mayoría proceden de Estados Unidos y que actualmente se encuentran tomando posiciones por toda Europa”, relata el consultor senior de CBRE. No hay que olvidar tampoco a los family office y a las cadenas hoteleras españolas que buscan la propia gestión del activo adquirido.
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